En el año 2022, el consumo de electricidad en São Tomé & Príncipe muestra una dependencia notable de los combustibles fósiles, con una generación casi nula a partir de fuentes bajas en carbono. Esto significa que cerca de la totalidad de la electricidad del país proviene de petróleo, gas u otras fuentes fósiles, lo cual contrasta significativamente con el promedio global, donde la generación per cápita es casi 3813 vatios por persona. La casi total ausencia de energías limpias implica no solo una contribución importante a las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también significa una vulnerabilidad a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles. Estos factores pueden afectar la sostenibilidad económica del país y su desarrollo a largo plazo.
Para mejorar la generación de electricidad baja en carbono, São Tomé & Príncipe puede aprender de otros países. Brasil, similar en términos de recursos naturales y geografía, ha logrado un considerable éxito en la incorporación de energía eólica y solar, generando significativamente más electricidad baja en carbono. Emular la planificación estratégica de Brasil para la expansión de la energía eólica y solar podría ser un paso crucial. Además, se puede considerar seguir el enfoque de países como Francia en el desarrollo de energía nuclear, que ha demostrado ser una fuente estable y eficiente de electricidad limpia. La diversificación de las fuentes de energía hacia eólica, solar y nuclear permitiría a São Tomé & Príncipe reducir su dependencia de los combustibles fósiles y aumentar su seguridad energética.
Históricamente, la generación de electricidad baja en carbono en São Tomé & Príncipe ha permanecido estática, especialmente en lo que respecta a la energía hidroeléctrica. Desde 2002 hasta 2022, no se ha registrado ningún cambio significativo en la generación hidroeléctrica, lo que subraya una falta de inversión o desarrollo en este sector crucial. Dado el potencial para el desarrollo hidroeléctrico en regiones con abundantes recursos hídricos, esta falta de progreso sugiere un área importante para el desarrollo futuro. La inversión en infraestructura hidroeléctrica, junto con un enfoque renovado hacia la generación eólica, solar y nuclear, puede proporcionar un camino viable hacia una matriz energética más sostenible y limpia.