En Kenia, más de tres cuartas partes de la electricidad proviene de fuentes bajas en carbono, lo cual demuestra un fuerte compromiso con la energía limpia. La energía geotérmica es especialmente destacable, representando casi la mitad de toda la generación baja en carbono. La energía hidroeléctrica y la eólica también contribuyen significativamente, generando juntas alrededor de un tercio del total bajo en carbono. Sin embargo, la porción de generación de electricidad a partir de combustibles fósiles es mínima, prácticamente insignificante con sólo cerca del 10% del total. A pesar de esta admiración por las energías limpias, el consumo total de electricidad por persona en Kenia es de apenas 244 kWh, muy por debajo del promedio mundial de 3,781 kWh. Este bajo nivel de generación de electricidad resulta en limitaciones para el desarrollo económico e impide mejorar la calidad de vida de la población keniana.
¿Está creciendo la electricidad en Kenia?
Lamentablemente, los últimos datos no muestran crecimiento en el consumo de electricidad en Kenia, ya que el promedio por persona se mantiene estancado desde 2022 con una leve disminución de 1 kWh. Igualmente preocupante es el leve descenso en la generación de electricidad de fuentes bajas en carbono, que pasó de 210 kWh por persona en 2022 a 207 kWh recientemente. Esta falta de crecimiento, tanto en el consumo general como en la generación baja en carbono, plantea desafíos considerables para el país, especialmente considerando la creciente demanda energética impulsada por la electrificación y el avance de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Kenia podría expandir las instalaciones de energía eólica que ya aportan significativamente a su matriz energética. Siguiendo el ejemplo de regiones como China y Estados Unidos, que han demostrado gran éxito en la generación de electricidad limpia, Kenia podría también considerar el desarrollo de la energía solar y, a largo plazo, incluso nuclear. Estos países han alcanzado cifras significativas en cuanto a generación de energía solar y nuclear, lo que les garantiza un suministro eléctrico sostenible y fiable. Aprendiendo de estas experiencias, Kenia tiene la oportunidad de diversificar su matriz energética y asegurar un futuro más verde, a la vez que se mitigan los impactos negativos del uso de combustibles fósiles.
Historia
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Kenia, las tendencias han mostrado altibajos significativos desde finales de la década de 1990. En los primeros años de ese período, la energía hidroeléctrica sufrió reducciones notables, aunque posteriormente hubo recuperaciones significativas en años como 2001 y 2010. El auge de la energía geotérmica se evidencia con crecimientos en 2014 y 2015. Más recientemente, la energía eólica mostró incrementos en 2019 y 2021. A pesar de estos desarrollos, todavía hay ciertos retrocesos en la energía hidroeléctrica que necesitan ser abordados para asegurar un crecimiento más sostenible y eficiente en el futuro. Focalizarse en expansiones más robustas y diversificadas será clave para que Kenia alcance su potencial en energía limpia.
Electrificación
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