La República Centroafricana enfrenta desafíos significativos en términos de consumo de electricidad. En 2022, el consumo total de electricidad fue de aproximadamente 27 kWh por persona, lo cual es notablemente bajo en comparación con el promedio global de 3649 kWh por persona. La totalidad de esta electricidad proviene de fuentes bajas en carbono, lo cual es positivo desde una perspectiva ambiental. Sin embargo, no hay contribución alguna de fuentes fósiles, lo que podría resultar en una dependencia tecnológicamente limitada de la energía hidroeléctrica, el único tipo de generación de energía baja en carbono registrado. Los niveles bajos de generación y consumo de electricidad podrían limitar el desarrollo económico, afectando la industrialización y los servicios esenciales que dependen de un suministro eléctrico fiable.
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¿Está creciendo la electricidad en República Centroafricana?
El consumo de electricidad en la República Centroafricana no muestra signos de crecimiento; por el contrario, ha disminuido. En 2005 se registró el mayor consumo con 47 kWh por persona, evidenciando un descenso de 19 kWh por persona hasta 2022. Igualmente preocupante es la caída en la generación de electricidad baja en carbono, de un pico de 43 kWh por persona en 2014 a 27 kWh en 2022. Esta falta de crecimiento significa que el país está retrocediendo en términos de suministro eléctrico y puede tener serias implicaciones para el desarrollo económico y el bienestar general de la población.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, la República Centroafricana puede aprender de países como China e India, que han invertido fuertemente en energía solar. China genera más de 1100 TWh de electricidad mediante energía solar, mientras que India produce alrededor de 157 TWh. Adoptar una estrategia similar, junto con posibles inversiones en energía nuclear, como han hecho Francia y los Estados Unidos, podría ser beneficioso para diversificar el suministro eléctrico y aumentar el acceso a energía limpia. La adopción de tecnologías de energía solar y nuclear ofrece un camino viable para no solo aumentar la capacidad eléctrica, sino también para asegurar que esta expansión sea sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en la República Centroafricana ha estado marcada por una dependencia casi exclusiva de la energía hidroeléctrica. Desde 2004 hasta 2020, hubo un pequeño aumento en 2004 y 2014, pero esencialmente no hubo cambios significativos, con un leve declive en 2021. Esta constante falta de crecimiento refleja una gran preocupación. Es fundamental que el país explore nuevas fuentes energéticas bajas en carbono para evitar quedar rezagado en un mundo donde el acceso a la electricidad es cada vez más crucial para el desarrollo económico y social. Al observar las tendencias globales hacia el crecimiento verde y sostenible, es evidente que diversificar las fuentes de energía es clave para el progreso nacional.