En 2022, la mayoría de la electricidad en Cabo Verde provino de combustibles fósiles, representando cerca del 84% del total de la generación eléctrica. Sin embargo, el país ha emprendido un camino hacia la sostenibilidad con un esfuerzo por aumentar su capacidad de generación de electricidad baja en carbono, logrando que aproximadamente un 16% de su electricidad provenga de fuentes limpias. Dentro de estas fuentes bajas en carbono, la energía eólica juega un papel predominante, ya que aporta casi un 14% de la electricidad del país, mientras que la solar representa alrededor de un 2%. Aunque la transición hacia fuentes de energía más limpias está en camino, Cabo Verde todavía depende en gran medida de los combustibles fósiles para satisfacer sus necesidades eléctricas.
Para potenciar aún más la generación de electricidad baja en carbono, Cabo Verde puede ampliar su capacidad en energía eólica, que ya demuestra ser una tecnología exitosa en el país por su contribución significativa al suministro eléctrico. Además, Cabo Verde puede observar y aprender de otros países que han tenido éxitos sobresalientes en la implementación de energía baja en carbono. Uruguay es un ejemplo notable, con un impresionante 36% de su electricidad generada a partir de energía eólica. Esta experiencia puede servir de modelo a seguir para Cabo Verde, subrayando la importancia de invertir en infraestructura eólica y políticas de apoyo para incrementar la capacidad de esta forma de energía limpia y sostenible.
A lo largo de las últimas décadas, el desarrollo de la electricidad baja en carbono en Cabo Verde ha sido progresivo, pero con desafíos evidentes. Desde el año 2000 hasta el 2020, no se registraron cambios significativos en el uso de energía eólica y solar, lo que indica una falta de crecimiento en la capacidad instalada de estas fuentes durante ese período. Sin embargo, en años más recientes, ha habido un renovado interés y esfuerzo en invertir en tecnologías limpias, reflejado en el porcentaje actual de energía baja en carbono. Es fundamental que Cabo Verde continúe y acelere esta transición para reducir aún más su dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia un futuro más sostenible y responsable desde el punto de vista medioambiental.