En 2022, el consumo de electricidad en Etiopía se sostuvo en 15.41 TWh provenientes de fuentes bajas en carbono, de los cuales la mayor parte, aproximadamente 14.75 TWh, correspondieron a la energía hidroeléctrica. Esto significa que casi toda la electricidad baja en carbono generada en el país proviene de esta fuente. Comparado con el promedio global de 3606 vatios por persona, el consumo de electricidad en Etiopía es bastante bajo, lo cual puede tener implicaciones significativas. La baja generación eléctrica puede limitar el desarrollo industrial, afectar la calidad de vida y restringir el acceso a servicios básicos. Además, depender en gran medida de la energía hidroeléctrica puede hacer que el país sea vulnerable a cambios climáticos que afecten la disponibilidad de agua.
Para incrementar su generación de electricidad baja en carbono, Etiopía puede aprender de países exitosos en la implementación de energía eólica y solar. A pesar de sus diferencias, países como India y Brasil han mostrado logros significativos en generar electricidad eólica, superando los 90 TWh y hasta acercándose a 100 TWh, respectivamente. Estas naciones han desarrollado políticas favorables y realizado inversiones considerables en infraestructuras de energías limpias. Para replicar este éxito, Etiopía podría fomentar alianzas internacionales para recibir tecnología y financiamiento, además de aprovechar su posición geográfica y condiciones climáticas favorables para el desarrollo de energías eólicas y solares, diversificando así su matriz energética.
En cuanto a la historia reciente de la electricidad baja en carbono en Etiopía, el país ha mostrado un crecimiento constante en su capacidad hidroeléctrica desde principios del siglo XXI. Durante los años 2001 a 2006, se observó un incremento gradual, con un aumento cercano a 0.3 TWh cada año. En la década de 2010, el crecimiento fue más pronunciado, especialmente entre 2010 y 2016, donde se alcanzaron aumentos anuales de hasta 2.1 TWh. A partir de 2015, también hubo un esfuerzo por integrar la energía eólica en el sistema, aunque con fluctuaciones en 2017 y 2021. Estas tendencias reflejan un compromiso por parte de Etiopía de expandir su generación de electricidad baja en carbono, aunque aún queda por diversificar sus fuentes y aumentar la capacidad instalada para estimular un crecimiento económico sostenible y respetuoso con el medio ambiente.