La situación actual del consumo de electricidad en Ruanda en el año 2022 refleja que la generación de electricidad es muy baja en comparación con el promedio global de 3638 vatios por persona. En Ruanda, la mayoría de la electricidad proviene de la energía hidroeléctrica, que es una forma de energía baja en carbono. Sin embargo, en su conjunto, la cantidad de electricidad consumida por persona es significativamente baja, casi un tercio del promedio mundial. Este bajo nivel de generación eléctrica puede tener efectos adversos en el desarrollo económico y social del país, limitando el acceso a servicios básicos y afectando la productividad en diversos sectores.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Ruanda podría aprender de otros países que han implementado con éxito diferentes tecnologías limpias. Por ejemplo, China ha logrado una gran capacidad en la generación de electricidad a partir de la energía eólica y solar, con más de 1000 TWh proveniendo solo de la eólica. India, otro país en desarrollo, también ha avanzado significativamente en la energía solar y eólica. Estos países han invertido considerablemente en la infraestructura necesaria para aprovechar estas fuentes de energía limpia, y Ruanda podría seguir un camino similar. Además, considerando las posibilidades del país, la inversión en tecnologías solares podría ser particularmente efectiva dado el clima soleado de la región.
Observando la historia de la generación de electricidad baja en carbono en Ruanda, desde mediados de la década de 1990 hasta 2022, la energía hidroeléctrica ha tenido un papel constante aunque limitado. A finales de los años 90, se dieron algunos cambios pequeños, pero desde 2003 hasta 2013, la generación eléctrica mediante energía hidroeléctrica permaneció prácticamente estable sin cambios significativos. En los últimos años, ha habido ligeros aumentos, en 2014 y 2015, así como en 2019 y 2020, donde se registró un pequeño incremento de 0.1 TWh cada año. Esto demuestra una dependencia continua de la energía hidráulica, aunque el país necesitaría expandirse a otras formas de energía baja en carbono como la solar, para seguir avanzando hacia un futuro más sostenible.