En Senegal, el consumo de electricidad en 2022 presentó una fuerte dependencia de combustibles fósiles, con más del 70% de la electricidad proveniente de estas fuentes. Las energías bajas en carbono, como solar, eólica e hidroeléctrica, constituyeron alrededor del 25% del total de la electricidad generada. Entre las tecnologías de electricidad baja en carbono, la solar y la eólica fueron las más significativas, con aproximadamente 10% y 9% respectivamente. La energía hidroeléctrica representó menos del 4% y los biocombustibles poco más del 1%. Además, Senegal dependió de las importaciones netas para un poco más del 4% de su electricidad.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Senegal puede enfocarse en expandir su capacidad solar existente, debido a la abundancia de recursos solares en la región. Adicionalmente, el país puede aprender de otras naciones que han tenido éxito con tecnologías bajas en carbono. Por ejemplo, Uruguay y Dinamarca, que generan 36% y 61% de su electricidad a partir del viento respectivamente, demuestran el potencial de la energía eólica. Aprender e implementar las políticas que han contribuido al éxito de estos países puede proporcionar una hoja de ruta valiosa para Senegal.
Durante las últimas dos décadas, Senegal ha realizado pequeñas pero constantes inversiones en tecnologías de electricidad baja en carbono. En los primeros años, la energía hidroeléctrica tuvo un ligero aumento de 0.2 TWh en 2002 y 0.1 TWh en 2003, pero luego se mantuvo bastante estable con variaciones mínimas. En años más recientes, el enfoque se ha trasladado hacia la energía solar y eólica. Por ejemplo, la energía solar aumentó gradualmente desde 2017 con incrementos anuales, y la energía eólica mostró aumentos consecutivos desde 2020. Estas tendencias indican un esfuerzo concertado por diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.