En Senegal, el consumo actual de electricidad está dominado en gran medida por los combustibles fósiles, que constituyen más del 70% de la generación eléctrica. Sin embargo, las fuentes de electricidad baja en carbono representan aproximadamente una cuarta parte del total. Dentro del grupo de baja en carbono, la energía solar y la energía eólica generan cantidades significativas de electricidad, con alrededor del 10% y el 9% respectivamente. La energía hidroeléctrica y los biocombustibles tienen una cuota mucho menor, contribuyendo aproximadamente un 4% y un 1% al total. Además, Senegal también hace uso de importaciones netas para satisfacer sus necesidades eléctricas, lo cual representa alrededor del 4% de su mix energético.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Senegal podría centrarse en expandir su capacidad solar, dado su ya significativo uso. Otros países han demostrado la eficacia de incrementar la generación de energías limpias: por ejemplo, Uruguay genera más de un tercio de su electricidad a partir de la energía eólica. Grecia, en cambio, ha logrado alcanzar un 22% de generación eléctrica mediante tecnología solar. Estos ejemplos sugieren que la expansión de energías limpias como la solar y la eólica podría ser altamente beneficiosa para Senegal. Asimismo, la inversión en energía nuclear, que ha demostrado ser una fuente confiable en países como Francia y Eslovaquia, podría ofrecer un camino adicional para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y sus consecuencias negativas en el medio ambiente.
La historia de la electricidad baja en carbono en Senegal muestra un aumento notable en la capacidad solar y eólica en los últimos años. A comienzos de la década de 2000, la energía hidroeléctrica experimentó un leve crecimiento pero se estancó en los años siguientes. La primera vez que se observa un cambio significativo en otras fuentes fue en 2017, cuando la energía solar empezó a aportar 0.1 TWh adicionales. Este crecimiento continuó, alcanzando 0.3 TWh en 2022. Por su parte, la energía eólica comenzó a incrementarse en 2020, con un aporte de 0.2 TWh ese año y alcanzó 0.3 TWh adicionales en 2022. Estos desarrollos reflejan un cambio estratégico hacia una combinación energética más verde, lo que es crucial para un futuro energético sostenible en Senegal.