En Sudán del Sur, el estado actual del consumo de electricidad es preocupantemente bajo, con más del 90% de su electricidad generada a partir de combustibles fósiles como el petróleo y el gas, y casi ninguna procedente de fuentes de electricidad baja en carbono, como solar o eólica. En 2022, Sudán del Sur contaba con un nivel de generación de electricidad que es mucho menor al promedio global de 3638 vatios por persona. Esta baja producción de electricidad puede tener efectos significativos, afectando el desarrollo económico del país y la calidad de vida de sus habitantes. La falta de acceso a energía limpia y confiable podría limitar las oportunidades educativas y de salud, además de obstaculizar el progreso hacia un crecimiento sostenible.
Para fomentar la generación de electricidad baja en carbono, Sudán del Sur podría aprender de países que han tenido éxito en implementar proyectos de energía limpia. Por ejemplo, China ha avanzado enormemente en la energía eólica y solar, generando 1003 TWh y 710 TWh respectivamente. Brasil, que comparte algunas similitudes socioeconómicas con Sudán del Sur, ha logrado generar una cantidad considerable de electricidad a partir de la energía eólica con 102 TWh, demostrando cómo es posible capitalizar en los recursos naturales disponibles. Sudán del Sur podría implementar políticas e incentivos para atraer inversiones en estos sectores y desarrollar una infraestructura que soporte tanto la energía solar como la eólica, aprovechando su abundante exposición solar y condiciones climáticas para estas tecnologías.
La historia de Sudán del Sur en cuanto a la generación de electricidad baja en carbono refleja una falta de desarrollo en este campo. Desde el año 2013 hasta 2022, los registros muestran que no ha habido ningún cambio en la generación de electricidad a partir de energía solar, permaneciendo en cero TWh cada año. A pesar de la ausencia de un incremento en la generación solar, esto implica una oportunidad significativa para que Sudán del Sur inicie sus esfuerzos en el desarrollo de energía limpia desde cero, permitiendo planificar una infraestructura energética moderna y sostenible que podría atraer inversiones y mejorar las condiciones de vida para sus habitantes en los años venideros.