En 2022, el consumo de electricidad en Zimbabue se caracterizó principalmente por su dependencia de energía baja en carbono, representando un poco más de la mitad del total, específicamente el 56,22%. Dentro de esta categoría, la energía hidroeléctrica predomina con un 55%. Sin embargo, casi un tercio de la electricidad proviene de combustibles fósiles, siendo el 27,32% generada por carbón. Además, las importaciones netas de electricidad representan el 16,46%, lo que sugiere cierta dependencia externa para satisfacer la demanda eléctrica del país. Esta mezcla muestra un compromiso considerable con las fuentes limpias, pero todavía existe una notable dependencia de fuentes más contaminantes como el carbón.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Zimbabue podría aprender de las exitosas estrategias adoptadas por otros países. Por ejemplo, Uruguay y Lituania han logrado notables avances en energía eólica, generando el 33% y el 34% de su electricidad de esta manera. Además, países como Grecia y Chile han explotado el potencial solar, consiguiendo aproximadamente un 22% de generación a partir del sol. Zimbabue podría considerar expandir su infraestructura eólica y solar para diversificar y aumentar su capacidad baja en carbono, aprendiendo de estos modelos. Además de la energía eólica y solar, se recomienda considerar la expansión de la energía nuclear, como lo han hecho Francia y Eslovaquia, con el 68% y 60% de su electricidad proviniente de fuentes nucleares respetivamente.
La historia de la electricidad baja en carbono en Zimbabue, especialmente la hidroeléctrica, ha mostrado fluctuaciones significativas. En los años 80 y 90, hubo varios altibajos notables, como en 1987 y 1991, donde hubo descensos de 0.6 y 1.2 TWh respectivamente. El año 1999 marcó un repunte con un incremento de 1 TWh, seguido por otro aumento significativo de 1.5 TWh en 2003. Sin embargo, en los años más recientes, desde 2016 hasta 2019, la generación ha variado, con aumentos y descensos, hasta un notable incremento de 2.1 TWh en 2021, lo que indica un enfoque renovado hacia la expansión de la hidroeléctrica. Este historial muestra el potencial y las dificultades en mantener un suministro consistente de electricidad limpia a pesar de las variaciones climáticas y de gestión.