En 2021, Madagascar generó un total de 1.37 TWh de electricidad a partir de combustibles fósiles. En comparación con la media mundial de 410 vatios por persona, esta generación de energía es relativamente baja. Esta baja producción puede llevar a una serie de problemas, incluyendo una infraestructura de energía débil, la carencia de energía para usos comerciales e industriales y un limitado acceso a la electricidad para las poblaciones rurales. Es clave para el desarrollo económico y social de Madagascar aumentar su generación de electricidad, preferentemente a través de fuentes de baja emisión de carbono para minimizar su contribución al cambio climático.
El desarrollo de energía de baja emisión de carbono en Madagascar podría inspirarse en los logros de otros países. Por ejemplo, teniendo en cuenta que Madagascar tiene una cantidad considerable de sol, podría beneficiarse de las lecciones aprendidas por la República Popular China y los Estados Unidos, quienes generaron 523 TWh y 215 TWh de electricidad solar respectivamente. Adicionalmente, la isla tiene un potencial considerable para la energía eólica, que ha sido aprovechada con éxito en países como China, que generó 964 TWh de electricidad eólica, y Estados Unidos, que generó 425 TWh de esta energía. Sin embargo, dado que el desarrollo de la energía nuclear ha demostrado ser una fuente eficaz y sostenible de electricidad en muchos países como Francia y los Estados Unidos, Madagascar también debería considerar la posibilidad de desarrollar su capacidad nuclear.
Mirando hacia atrás en la historia de la generación de electricidad de baja emisión de carbono en Madagascar, vemos que la generación de energía hidroeléctrica ha experimentado aumentos y disminuciones insignificantes a lo largo del tiempo. Podemos notar un ligero aumento en la generación de energía hidroeléctrica en las décadas de 1980 y 1990, con un repunte más notable en 2018. Sin embargo, el ritmo de crecimiento de la energía hidroeléctrica ha sido inconstante y ha habido períodos de declive en la generación de este tipo de energía, como se observa en los años 2016 y 2020. En resumen, aunque Madagascar ha realizado esfuerzos en el pasado para incrementar su generación de electricidad de baja emisión de carbono, todavía tiene un largo camino por recorrer para alcanzar un suministro de energía suficiente y sostenible.