En Australia, el consumo de electricidad se caracteriza por una considerable dependencia de los combustibles fósiles, los cuales representan alrededor de dos tercios del total, con el carbón siendo el líder al contribuir con casi la mitad de la electricidad generada. Sin embargo, los esfuerzos hacia la energía limpia están claramente en marcha, ya que más de un tercio del suministro de electricidad ya proviene de fuentes bajas en carbono. La energía solar se destaca como la mayor contribuyente entre estas fuentes limpias, proporcionando casi una quinta parte de la electricidad del país. La energía eólica también juega un papel importante, con más de una décima parte del suministro, seguida por la energía hidroeléctrica que compone menos de una vigésima parte del total. La energía a partir de biocombustibles, aunque es baja, también forma parte de esta mezcla de energía limpia.
¿Está creciendo la electricidad en Australia?
A pesar de los progresos en la generación de electricidad baja en carbono, el consumo total de electricidad per cápita ha disminuido desde su punto máximo en 2007, cayendo a 10,582 kWh por persona en 2024. Esta disminución de aproximadamente 1,024 kWh/persona refleja un cambio en cómo se consume electricidad en el país. Sin embargo, hay señales positivas en cuanto a la energía limpia, puesto que la generación per cápita ha alcanzado un nuevo máximo de 3,755 kWh por persona. Este aumento de 154 kWh por persona comparado con el récord del año anterior es un paso positivo hacia la sostenibilidad. Aún así, el estancamiento o disminución general del consumo de electricidad podría indicar un reto en satisfacer las crecientes demandas del futuro.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Australia podría considerar expandir más sus capacidades solar y eólica, aprovechando los exitosos ejemplos de países con contextos similares. Dinamarca lidera con un impresionante 52% de su electricidad proveniente de energía eólica. Siguiendo ese camino, sería estratégico para Australia duplicar sus esfuerzos en estas tecnologías. Mientras tanto, aprender de países como el Reino Unido, que aprovecha ambos tipos de energía, podría también ser ventajoso. Además, explorar la inversión en nuclear podría ser decisivo, al observar cómo Francia asegura más de dos tercios de su electricidad de origen nuclear, lo que demuestra que esta es una fuente confiable y de bajo impacto ambiental.
Historia
La historia reciente de la electricidad baja en carbono en Australia incluye notables aumentos en la generación solar y eólica. A lo largo de los últimos años, la energía solar ha tenido incrementos significativos desde 2018, alcanzando un pico en 2023 y continuando su ascenso en 2024. De manera similar, la energía eólica exhibió crecimientos constantes y consistentes, especialmente entre 2018 y 2022. Este impulso hacia tecnologías limpias contrasta con el comportamiento más variable de la energía hidroeléctrica, que ha experimentado fluctuaciones notables con aumentos en 2011 y declives significativos en otros años. Es esencial continuar este progreso hacia un suministro de electricidad más sostenible y bajo en carbono, para cumplir con las demandas futuras sin comprometer el medio ambiente.
Electrificación
Estimamos el grado de electrificación comparando las emisiones de electricidad y energía total. Más sobre metodología.