En 2023, el consumo de electricidad en los Emiratos Árabes Unidos se compone principalmente de combustibles fósiles, que representan más del 70% del total. El gas es la fuente dominante dentro de este grupo. En cuanto a la electricidad baja en carbono, esta constituye casi una tercera parte del suministro eléctrico y se divide entre nuclear, que genera cerca del 20%, y solar, que aporta un poco más del 8%. A través de estos datos, se observa un claro predominio de fuentes energéticas basadas en combustibles fósiles, aunque las fuentes limpias están empezando a ganar una presencia significativa en la matriz eléctrica.
Para mejorar la generación de electricidad baja en carbono, los Emiratos Árabes Unidos podrían considerar la expansión de la infraestructura nuclear, dado que ya juega un papel importante en la generación de electricidad limpia en el país. Países como Francia y Eslovaquia, donde la generación nuclear cubre el 67% y el 60% de la electricidad, respectivamente, son ejemplos reveladores de cómo se puede aumentar esta fuente energética. La experiencia de estos países podría proporcionar un modelo valioso para los Emiratos Árabes Unidos en la estrategia de crecimiento sustentable. Además, fomentar la energía solar, que ya ha mostrado un buen progreso en la región, puede ser otra vía prometedora a seguir.
Mirando la historia de la electricidad baja en carbono en los Emiratos Árabes Unidos, observamos que entre 2013 y 2019 hubo un crecimiento moderado en la energía solar, acelerándose significativamente en 2019 con un aumento de 2,4 TWh. En los últimos años, de 2020 a 2023, se ejecutaron aumentos sustanciales tanto en generación nuclear como solar. En 2020 se comenzó a ver una aportación considerable de la energía nuclear, incrementándose cada año subsecuente con crecimientos notables de más de 8 TWh anualmente, hasta alcanzar los 12,2 TWh en 2023. Paralelamente, la energía solar ha continuado creciendo y en 2023 representó un incremento de 6 TWh. Esta evolución demuestra un enfoque decidido hacia el desarrollo de fuentes bajas en carbono, particularmente en la expansión de la capacidad nuclear y solar, lo cual es un paso positivo hacia un sistema eléctrico más verde y sustentable.