En 2023, el estado actual del consumo de electricidad en los Emiratos Árabes Unidos muestra una dependencia significativa de los combustibles fósiles, representando más del 70% de la generación total de electricidad, con el gas dominando totalmente esta categoría. A pesar de esta fuerte dependencia de los combustibles fósiles, es notable que casi un tercio de la electricidad proviene de fuentes de electricidad baja en carbono. De esta cifra, la energía nuclear aporta casi una quinta parte del total de la electricidad del país, mientras que la energía solar constituye un modesto 8%. Hay una pequeña contribución de biocombustibles, pero es casi nula en comparación con las otras fuentes. Esta combinación refleja un esfuerzo por mover la matriz energética hacia opciones más sostenibles pero con espacio para mejoras significativas, especialmente al reducir la dependencia de combustibles fósiles que contribuyen al cambio climático y la contaminación del aire.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, los Emiratos Árabes Unidos podrían considerar expandir aún más su capacidad nuclear, dado su éxito actual en esta área. Países como Francia y Ucrania, donde más de la mitad de la electricidad viene de la energía nuclear, ofrecen ejemplos valiosos de cómo la inversión continua y escalonada en la energía nuclear puede sostener gran parte de la demanda eléctrica nacional con fuentes limpias. Asimismo, tanto las experiencias de Dinamarca como de Uruguay con la energía eólica destacan el hecho de que con la combinación correcta de políticas, infraestructura y tecnología es posible llevar la generación de este tipo de energía al 30% o más. Por lo tanto, combinar una expansión nuclear con la integración de tecnologías eólicas podría ser una estrategia efectiva para lograr una matriz eléctrica más equilibrada y sostenible en los Emiratos Árabes Unidos.
Analizando la historia reciente de la electricidad baja en carbono en los Emiratos Árabes Unidos, vemos un crecimiento sostenido de la energía solar desde 2013, con incrementos paulatinos que alcanzaron su punto máximo en 2023, cuando se añadieron 6 TWh de generación solar. Por otro lado, desde 2020, la energía nuclear ha visto incrementos significativos cada año, duplicando con creces su aporte hasta alcanzar 12.2 TWh en 2023. Estos cambios demuestran un compromiso creciente con las fuentes de electricidad baja en carbono, liderando la escena nuclear y complementando con avances importantes en solar. Sin embargo, la integración de energía eólica sigue en cero, lo cual es un área que potencialmente necesita atención, tomando en cuenta las experiencias exitosas de otros países en esta área. Continuar por este camino de diversificación y asegurando el incremento de capacidad en tecnologías limpias puede significar un futuro energético más sostenible para el país.