En el año 2024, el consumo de electricidad en Macedonia del Norte muestra una clara dependencia de los combustibles fósiles, que representan aproximadamente el 60% de la generación. Dentro de esta categoría, el carbón y el gas son los principales contribuyentes. Además, cerca de un 22% de la electricidad procede de importaciones netas. En contraste, la electricidad baja en carbono constituye menos de una quinta parte del total, con la energía hidroeléctrica siendo el principal contribuyente a este grupo y las fuentes de energía eólica representando solo un pequeño porcentaje. Estos datos destacan la necesidad de Macedonia del Norte de diversificar y aumentar su capacidad de generación de electricidad baja en carbono para lograr un futuro energético más limpio y sostenible.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Macedonia del Norte podría aprender de los éxitos de otros países que han hecho avances significativos en esta área. Por ejemplo, países como Eslovenia, Hungría y Bulgaria han invertido en energía nuclear, generando más de un tercio de su electricidad a partir de esta fuente baja en carbono. Además, el desarrollo de la energía eólica en países como Irlanda y Lituania muestra cómo las energías limpias pueden contribuir significativamente al mix energético. Adoptar tecnologías avanzadas e impulsar políticas de apoyo para estas energías, podría ayudar a Macedonia del Norte a reducir su dependencia de los combustibles fósiles.
En el pasado, el desarrollo de la electricidad baja en carbono en Macedonia del Norte ha estado principalmente ligado a la energía hidroeléctrica, que ha mostrado fluctuaciones a lo largo de las décadas. A comienzos de los años 90, la generación hidroeléctrica experimentó un leve aumento, aunque con variaciones, y en las siguientes dos décadas, la capacidad fluctuó con incrementos importantes como el de 2010, seguido de caídas marcadas. El más reciente impulso significativo ocurrió en 2023, con pequeños incrementos tanto en la energía solar como en la hidroeléctrica. Sin embargo, 2024 muestra nuevamente una disminución en la generación hidroeléctrica, enfatizando la necesidad de una estrategia más estable y diversificada para fomentar un crecimiento sostenible en la producción de electricidad baja en carbono.