Durante los últimos doce meses, desde septiembre de 2024 hasta agosto de 2025, el consumo de electricidad en Maine ha mostrado una clara inclinación hacia las fuentes de energía limpias y bajas en carbono. Más de la mitad de la electricidad, un 58,16%, proviene de estas fuentes, mientras que al analizar individualmente, la energía eólica y la hidroeléctrica son las principales contribuyentes, con un 18,95% y 17,49% respectivamente. La energía solar también se destaca, alimentando cerca de un 9,54% de la demanda. En contraste, casi el 40% se sigue generando a partir de combustibles fósiles, principalmente a través del gas, que representa un 39,02%. La energía a base de biocombustibles, aun siendo baja en carbono, cuenta con cerca de un 12,17% de la producción total.
Las fuentes de datos utilizadas en esta página incluyen EIA. Más sobre fuentes de datos →
¿Está creciendo la electricidad en Maine?
Observando el consumo eléctrico per cápita reciente, debemos enfrentar con preocupación el descenso en comparación con niveles históricos. En 2025, el consumo total alcanzó 10,180 kWh por persona, lo que representa un disminución de 4,358 kWh por persona respecto al récord de 14,538 kWh establecido en 2004. En lo que respecta a la generación de electricidad baja en carbono, el recuento más reciente es de 5,920 kWh por persona, por debajo del récord de 6,400 kWh por persona registrado en 2008. Esta caída de 480 kWh es motivo de reflexión, ya que demuestra una pérdida de momentum en el liderazgo en energía limpia de la región, a pesar de que la necesidad y las oportunidades para aumentar la producción de electricidad -en particular la baja en carbono- continúan en un contexto de cambio climático urgente.
Sugerencias
Para impulsar la generación de electricidad baja en carbono, Maine puede mirar a su potencial no explotado en la expansión eólica. Tomando ejemplo de estados como Iowa, donde el 60% de su electricidad proviene de energía eólica, hay un claro camino a seguir. Para diversificar aún más, la inclusión de energía solar y nuclear en la mezcla también resulta vital. Países como Francia y estados como Nuevo Hampshire han demostrado el potente rol que la energía nuclear puede desempeñar en una matriz energética limpia. Además, experiencias de países como Líbano y Nevada, que han avanzado en captura de energía solar, podrían inspirar a Maine a integrar más energía solar. Esta diversificación no solo reduce la dependencia de combustibles fósiles, sino que también posiciona al estado hacia un futuro más verde y sostenible.
Historia
Analizando la historia de la generación de electricidad baja en carbono en Maine, se observa un patrón mixto de avances y retrocesos. A mediados de los años 2000, hubo un crecimiento notable en energía hidroeléctrica y biocombustibles. Sin embargo, desde entonces se han presentado fluctuaciones, en especial con la energía hidroeléctrica, que tanto ha subido como ha bajado en diferentes momentos. En la última década, la energía eólica ha mostrado incremento, en particular en 2016 y 2017, aunque en 2023 registró una caída. La energía solar comienza a tomar más protagonismo, con incrementos consecutivos en 2024 y 2025. Este contexto histórico subraya la necesidad de establecer un plan robusto y sostenido para aumentar la capacidad baja en carbono y asegurar un suministro eléctrico estable y verde en el futuro.