Actualmente, el consumo de electricidad en Arkansas se distribuye principalmente entre energía de combustibles fósiles y energía baja en carbono. Más de la mitad de la electricidad, alrededor del 63%, proviene de combustibles fósiles, con el gas y el carbón como las principales fuentes, representando cada uno aproximadamente un tercio del total. En contraste, un poco más de un tercio, específicamente el 37%, se genera a partir de fuentes bajas en carbono. La energía nuclear lidera en este grupo, aportando casi una cuarta parte del total, mientras que la solar proporciona cerca del 7%, seguida por la energía hidroeléctrica con un 5% y los biocombustibles que representan prácticamente un 1%. Este resumen refleja el panorama de consumo de electricidad desde septiembre de 2024 hasta agosto de 2025.
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¿Está creciendo la electricidad en Arkansas?
En términos del crecimiento del consumo de electricidad en Arkansas, se evidencia una preocupante disminución. La última cifra disponible, correspondiente al 2025, muestra un consumo promedio de 20,324 kWh por persona al año, lo que indica una caída de 2,250 kWh en comparación con el máximo histórico registrado en 2018. Esta disminución en el consumo de electricidad implica que Arkansas no está avanzando hacia una mayor electrificación, lo cual es esencial para satisfacer la futura demanda. En el sector de electricidad baja en carbono, aunque la generación sigue siendo considerable, se ha presentado una ligera disminución en comparación con el récord del 2004, con un decrecimiento de 83 kWh por persona al año. Este estancamiento en el sector de energía baja en carbono es preocupante, ya que limita los avances hacia una transición más limpia y sostenible.
Sugerencias
Para mejorar la generación de electricidad baja en carbono en Arkansas, se podría considerar la expansión de la infraestructura nuclear existente, dado que ya aporta una significativa cantidad de electricidad baja en carbono al estado. Además, Arkansas podría aprender de países y estados que han sido exitosos en desarrollar sus capacidades de energía eólica y solar. Francia y Eslovaquia, por ejemplo, generan el 69% y 67% de su electricidad a partir de la energía nuclear, respectivamente, lo que demuestra la viabilidad de esta expansión. Asimismo, estados como Nevada y regiones como Chile, han logrado un notable avance en energía solar, generando alrededor del 30% y 24% de su electricidad, respectivamente, a partir de esta fuente. Al adoptar estas prácticas, Arkansas podría fortalecer su independencia energética y reducir su huella de carbono significativamente.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Arkansas ha estado marcada por fluctuaciones, especialmente en el sector nuclear. Durante la primera década del siglo 21, la energía nuclear experimentó tanto aumentos significativos como disminuciones notables, destacando una preocupante caída de más de 3 TWh en 2013, aunque con un posterior repunte de 2.5 TWh en 2014. En contraste, la energía hidroeléctrica mostró mejoras graduales con picos en 2007 y 2019. En los últimos años, ha habido un significativo crecimiento en la energía solar, con un aumento notable de 1.5 TWh en 2024 y 1.8 TWh en 2025, lo que representa un paso positivo hacia la diversificación de las fuentes de energía baja en carbono en el estado. Este progreso es crucial para continuar avanzando hacia una matriz energética más sostenible y limpia en Arkansas.