En Pensilvania, el panorama actual del consumo de electricidad muestra una clara predominancia de los combustibles fósiles, que representan más de la mitad de la generación total de electricidad, alrededor del 66%. Dentro de este grupo, el gas ocupa la mayor parte con aproximadamente el 59%. Por otro lado, la generación de electricidad baja en carbono constituye cerca de un tercio del total, siendo la energía nuclear el principal contribuyente con una participación del 30%. Las fuentes eólicas y solares aún son pequeñas, con la energía eólica representando poco menos del 2%. El carbón, otro combustible fósil, todavía representa casi el 6% de la generación. Este escenario destaca la necesidad de una transición acelerada hacia fuentes bajas en carbono para reducir las emisiones y combatir el cambio climático.
¿Está creciendo la electricidad en Pensilvania?
En cuanto al crecimiento del consumo de electricidad en Pensilvania, los datos recientes muestran que ha habido un aumento en la demanda. En 2025, el consumo alcanzó un máximo histórico de aproximadamente 18,992 kWh por persona, superando el récord previo de 2024 por 365 kWh. Sin embargo, a pesar de este crecimiento en el consumo total, preocupa la disminución en la generación de electricidad baja en carbono, que fue de 6,440 kWh por persona, por debajo del récord anterior de 7,258 kWh alcanzado en 2018. Esta reducción de 818 kWh en la generación limpia podría dificultar los objetivos de sostenibilidad y se debe abordar expeditamente.
Sugerencias
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono en Pensilvania, un enfoque claro sería expandir la capacidad nuclear existente, dado que ya contribuye significativamente a la matriz energética del estado. Sistemas exitosos como Francia y Eslovaquia, donde la energía nuclear representa 69% y 64%, respectivamente, pueden servir como modelos a seguir. Además, adoptar experiencias exitosas en energía eólica, como las de Iowa y Dakota del Sur, donde el viento contribuye con más del 60% de la generación, podría complementar las capacidades nucleares. También se debe considerar la solar, inspirándose en el auge de este tipo de energía en regiones como Líbano y Nevada. Con un enfoque combinado, Pensilvania puede avanzar hacia un futuro energético más sustentable.
Historia
A lo largo de las últimas décadas, la generación de electricidad baja en carbono en Pensilvania ha experimentado varias oscilaciones. En los años 2000, la producción nuclear mostraba periodos tanto de crecimiento como de disminución. En 2005 y 2009, la energía nuclear disminuyó, pero para 2007 y 2008 aumentó, y se observó un crecimiento notable en 2013 y 2016. La energía eólica comenzó a ganar presencia en 2010 y 2013, mientras que la energía solar recién ha comenzado a aumentar desde 2024. Sin embargo, la fuerte caída en la generación nuclear en 2020 es preocupante, y refuerza la importancia de asegurar inversiones constantes en tecnologías de energía baja en carbono para mantener el ritmo de demanda sin comprometer la sustentabilidad.