En Oklahoma, el consumo eléctrico se distribuye entre fuentes de combustibles fósiles y aquellas bajas en carbono. Con más de la mitad (57%) de la electricidad generada a partir de combustibles fósiles, el gas representa la mayor parte con un 49%, mientras que el carbón constituye el 8% restante. Por otro lado, las fuentes de energía bajas en carbono aportan casi la mitad de la electricidad con un 43%. La energía eólica es la fuente líder dentro de esta categoría, contribuyendo con más del 41% del total, mientras que la energía hidroeléctrica suma un discreto 1.5%.
¿Está creciendo la electricidad en Oklahoma?
El consumo total de electricidad en Oklahoma ha mostrado un retroceso preocupante, disminuyendo de 23,196 kWh por persona en 2024 a 22,538 kWh en 2025, lo que representa una caída de 658 kWh por persona. Esto es una señal preocupante, ya que la demanda de electricidad debería estar creciendo para adaptarse a un futuro más electrificado. Asimismo, la generación de electricidad baja en carbono también experimentó un ligero descenso, bajando de 9,948 kWh por persona a 9,773 kWh, una disminución de 175 kWh por persona. Este estancamiento en el crecimiento no es un buen augurio para el futuro de la electricidad sustentable en el estado.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Oklahoma puede continuar expandiendo su ya notable capacidad de energía eólica. Al aprender de regiones exitosas, el estado podría considerar el desarrollo de energía solar, tomando el ejemplo de lugares como California, donde la energía solar representa un significativo 20% de la electricidad generada. Además, Oklahoma podría explorar la implementación de energía nuclear como lo hace Iowa, donde las energías bajas en carbono satisfacen más del 60% del suministro eléctrico, principalmente a través de la energía eólica. Esto garantizaría un suministro energético más limpio y eficiente, alineándose con las tendencias globales hacia una energía más verde.
Historia
Desde principios del milenio, Oklahoma ha mostrado un sólido crecimiento en la generación de electricidad baja en carbono, especialmente mediante el aumento de la energía eólica. Durante la década de 2010, el estado experimentó incrementos constantes, destacando en 2016 con un aumento de 6 TWh. Aunque ha habido fluctuaciones en la capacidad de energía hidroeléctrica, el impulso hacia la energía eólica ha sido el motor principal detrás del crecimiento de las fuentes bajas en carbono en el estado. Esta tendencia refleja un compromiso continuo aunque incompleto con un futuro energético más limpio y sostenible en el estado.