En el período comprendido entre junio de 2024 y mayo de 2025, el panorama del consumo de electricidad en Ohio es bastante revelador con respecto a las fuentes de energía empleadas. Más de la mitad de la electricidad del estado proviene de combustibles fósiles, con una contribución significativa del gas que representa un poco más del 50%. El carbón complementa esta cifra al representar aproximadamente el 21%. En contraste, la electricidad baja en carbono constituye alrededor del 16% de la generación total, lo cual es una cifra modesta en comparación, destacando la necesidad de una transición más fuerte hacia fuentes más limpias. La energía nuclear, por otro lado, es la principal fuente de generación baja en carbono en el estado, proporcionando cerca del 10% de la electricidad total. Juntas, las energías solar y eólica apenas superan el 5%, lo que indica que estas áreas aún tienen un camino por recorrer en términos de potencial de expansión. Las importaciones netas de electricidad alcanzan poco más del 12%, lo que refleja la dependencia del estado en fuentes externas de energía.
¿Está creciendo la electricidad en Ohio?
El consumo de electricidad en Ohio, en términos globales, está experimentando una leve disminución si se considera el consumo per cápita actual de 13,849 kWh en comparación con el récord anterior de 2007, que fue de 14,807 kWh por persona. Esto muestra una notable disminución de casi 1,000 kWh por persona, evidenciando una tendencia preocupante de estancamiento o reducción en la demanda de electricidad que podría afectar el progreso industrial y el bienestar social. Sin embargo, es alentador observar que la generación de electricidad baja en carbono ha avanzado con respecto a los registros pasados. La producción de electricidad baja en carbono por persona ha visto un incremento, alcanzando 2,240 kWh, marcando una mejora respecto al récord anterior de 2,156 kWh por persona en 2024. Este aumento es significativo y sugiere un cambio positivo hacia fuentes de energía más limpias.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Ohio debería considerar la expansión de su infraestructura nuclear existente, dada su importante aportación en la mezcla energética actual. Estas tecnologías bajas en carbono ya están generando cantidades considerables de electricidad, lo que sugiere un potencial significativo aún no explotado. Ohio puede aprender de regiones exitosas como Francia, donde la energía nuclear constituye el 69% de su generación de electricidad, o el estado de Carolina del Sur con un 53% de energía nuclear. Además, las energías solar y eólica representan un camino prometedor para diversificar las fuentes de energía de Ohio. Nuevo México y Nevada son ejemplos notables con un 29% y un 20% de su electricidad proveniente del sol, respectivamente. Asimismo, Iowa y Dakota del Sur aprovechan el viento de manera efectiva, obteniendo más del 60% de electricidad a partir de energía eólica. Ohio puede beneficiarse de políticas y prácticas similares para fortalecer su infraestructura de energía limpia.
Historia
Históricamente, la generación de electricidad baja en carbono en Ohio ha experimentado altibajos significativos. En los últimos años, se ha observado un crecimiento positivo gracias al aumento en la generación nuclear y solar. El año 2024 fue particularmente notable, con un incremento sustancial en la energía solar de 2.6 TWh y un aumento en la capacidad nuclear de 1.7 TWh. Sin embargo, es preocupante observar algunas disminuciones en la producción nuclear, como la reducción de 1.3 TWh en 2019 y de 0.7 TWh en 2025, lo que subraya la importancia de estabilizar y expandir esta fuente vital de energía limpia. En contrapartida, la energía solar ha mostrado una tendencia creciente favorable en los últimos dos años, con un aumento de 1.6 TWh en 2025. A lo largo de las últimas décadas, Ohio ha logrado avances tanto en la diversificación de sus fuentes de energía limpia como en la mejora de su capacidad de generación baja en carbono, sin embargo, estos esfuerzos deben intensificarse para reducir la excesiva dependencia de los combustibles fósiles que persisten en el presente.