En 2018, el consumo de electricidad en Curazao fue dominado por los combustibles fósiles, que comprendieron un poco más del 70% de la generación total, específicamente con el petróleo como principal fuente. Por otro lado, la electricidad baja en carbono representó casi un tercio de la generación total. Dentro de este grupo de energía limpia, la energía eólica fue la más destacada, generando el 27% de la electricidad en la isla, mientras que la energía solar contribuyó con un poco más del 2%. Este enfoque en la energía eólica demuestra un movimiento positivo hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, aunque todavía hay un vasto análisis en la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles para atender los desafíos del cambio climático y la contaminación del aire.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Curazao podría considerar ampliar sus instalaciones de energía eólica, dado que ya es una fuente significativa de energía limpia en la isla. Además, al observar el éxito de otros países similares a Curazao, se podrían extraer valiosas lecciones. Por ejemplo, países como Dinamarca, que ha logrado generar más de la mitad de su electricidad a partir de la energía eólica, pueden ofrecer modelos a seguir. También es instructivo observar cómo Grecia y Chile han integrado eficientemente la energía solar, con más del 20% de su electricidad proveniente de esta fuente. Estas experiencias internacionales podrían servir de inspiración para que Curazao continúe diversificando su matriz energética con un enfoque en energía eólica y solar.
El desarrollo de la electricidad baja en carbono en Curazao ha estado marcado por algunos hitos en las últimas décadas. Desde 1993 hasta 2000, no se registraron cambios en la generación de electricidad eólica. Sin embargo, en 2001 se observó un pequeño aumento de 0.1 TWh. Luego, en 2008, no hubo cambios adicionales hasta 2013, donde nuevamente se añadió 0.1 TWh de capacidad eólica sin avances solares. Después de años sin crecimiento, en 2018 se incrementó nuevamente la capacidad de energía eólica en 0.1 TWh. Aunque el progreso ha sido lento, estos incrementos demuestran un compromiso inicial hacia el aumento de la capacidad de generación limpia, principalmente a través de la energía eólica. Con esos antecedentes, hay una base que se podría expandir para seguir avanzando en el uso de energías bajas en carbono en el futuro.