En 2022, Aruba experimentó un uso predominante de combustibles fósiles en su consumo de electricidad, con más de las tres cuartas partes, precisamente un 85%, provenientes de estas fuentes. Esto dejó una fracción de casi un 15% de la electricidad generada a partir de fuentes de energía limpia o baja en carbono. De esta porción de electricidad limpia, la mayor parte, equivalente a aproximadamente un 14%, se produjo a través de la energía eólica, mientras que la energía solar contribuyó con un modesto 1%. Esta situación indica que aunque Aruba ha comenzado a integrar fuentes bajas en carbono, todavía depende en gran medida de los combustibles fósiles.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Aruba puede considerar expandir su capacidad de producción de energía eólica, dado que ya representa una porción considerable de su energía limpia. Aprender de países como Uruguay y Dinamarca, que han logrado integrar, respectivamente, un 36% y un 59% de energía eólica en su matriz eléctrica, podría ser invaluable. Estas naciones han implementado políticas efectivas y tecnologías avanzadas para maximizar el aprovechamiento del viento. Además, inspirado por países como Grecia y Chile, donde la energía solar constituye al menos una quinta parte de la generación eléctrica, Aruba también podría incrementar su apuesta por la energía solar, aprovechando su abundante exposición al sol temprano.
A través de los años, Aruba ha mostrado cambios interesantes en su producción de electricidad baja en carbono. A partir de 2010, la producción de energía eólica comenzó a experimentar un crecimiento inicial. Desde entonces, sin embargo, no se han registrado incrementos significativos ni en la energía eólica ni en la solar. En 2014, comenzaron a generarse pequeñas cantidades de energía solar, pero al igual que la eólica, la generación no ha aumentado en años posteriores hasta 2021. Este estado de inercia indica que hay un gran potencial sin explotar para fortalecer la participación de las energías limpias en el mix de generación eléctrica de Aruba, especialmente considerando las oportunidades para mejorar la sostenibilidad energética necesaria para un futuro más ecológico.