En Dakota del Sur, la producción de electricidad ha alcanzado un logro impresionante al obtener más de cuatro quintas partes, específicamente el 81.64%, de fuentes de energía baja en carbono. La energía eólica es responsable de más de la mitad de esta producción, con un 56.52%, mientras que la energía hidroeléctrica aporta casi una cuarta parte, con un 23.05%. En comparación, los combustibles fósiles solo contribuyen un 16.96% al suministro eléctrico, desglosado en un 8.62% de carbón y un 8.32% de gas. La energía solar, aunque es parte del mix energético, representa apenas un 2.03%. Este equilibrio a favor de las bajas emisiones es un paso importante hacia la sostenibilidad y la reducción de las emisiones de carbono. Sin embargo, el próximo desafío es electrificar otros sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo cual requerirá un aumento significativo en la producción eléctrica.
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¿Está creciendo la electricidad en Dakota del Sur?
El consumo de electricidad en Dakota del Sur está en crecimiento. En 2025, el consumo total de electricidad alcanzó los 23,466 kWh por persona, superando el récord anterior de 2024 de 22,572 kWh por persona, marcando un aumento de 893 kWh por persona. La generación de electricidad baja en carbono también mostró un incremento, con las cifras más recientes alcanzando los 19,157 kWh por persona, frente al récord anterior de 18,420 kWh por persona en 2024. Este aumento de 737 kWh por persona es una indicación positiva de que Dakota del Sur sigue avanzando hacia un futuro energético más limpio.
Sugerencias
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Dakota del Sur debería considerar expandir su capacidad de energía eólica, dado que esta tecnología ya está generando grandes cantidades de electricidad limpia en la región. Además, hay un gran potencial para incrementar la producción solar, que puede complementarse con la energía eólica, maximizando así la producción de electricidad baja en carbono. Es crucial continuar disminuyendo la dependencia de los combustibles fósiles, que contribuyen al cambio climático y a la contaminación del aire, y avanzar hacia un sistema eléctrico más sostenible y seguro.