En Tennessee, el consumo de electricidad se ha distribuido de manera que casi un tercio proviene de fuentes bajas en carbono, mientras que un poco más de un tercio se origina de combustibles fósiles. Entre las fuentes bajas en carbono, la energía nuclear destaca, generando casi un 23%, mientras que la energía hidroeléctrica representa solo alrededor del 6.5%. En cuanto a los combustibles fósiles, tanto el carbón como el gas generan casi un 17% cada uno. Sorprendentemente, las importaciones netas representan más de un tercio de la electricidad consumida, lo que indica una alta dependencia de fuentes externas. El periodo analizado abarca desde junio de 2024 hasta mayo de 2025.
¿Está creciendo la electricidad en Tennessee?
En términos de crecimiento, el consumo de electricidad en Tennessee no está alcanzando nuevos picos, en comparación con registros históricos. La última cifra de consumo de electricidad se sitúa en 15,102 kWh por persona, siendo mucho menor que el récord anterior de 18,256 kWh en 2005. Esto representa una caída significativa. Asimismo, la electricidad generada a partir de fuentes bajas en carbono ha disminuido desde el último registro alto en 2020, descendiendo de 7,293 kWh por persona a 4,633 kWh. Ambas cifras confirman una preocupante disminución en el uso tanto general como de fuentes limpias de energía en el estado, y subrayan la necesidad de revertir esta tendencia para encarar un futuro más sostenible.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Tennessee debería considerar expandir su capacidad nuclear, dado que ya es una fuente significativa dentro del estado. Además, Tennessee podría inspirarse en regiones con experiencias exitosas en energías limpias. Por ejemplo, estados como Carolina del Sur, donde la energía nuclear representa un 53% de la generación total, o países como Francia, con un formidable 69% de generación nuclear, podrían servir de modelo. Asimismo, la expansión de la energía solar, al observar ejemplos como Nevada y Líbano, donde la solar representa alrededor de un 29% y 31% respectivamente, podría agregar diversificación a su matriz energética. Estas medidas ayudarían no solo a reducir la dependencia de importaciones y combustibles fósiles, sino también a posicionar al estado como un líder en sostenibilidad energética.
Historia
La historia de la generación eléctrica baja en carbono en Tennessee muestra fluctuaciones significativas, especialmente en la energía nuclear e hidroeléctrica. Desde mediados de los 2000, la energía nuclear ha experimentado altibajos marcados. En 2006, hubo una disminución de 3.1 TWh, mientras que en los años siguientes, como en 2007 y 2016, se registraron aumentos considerables de 4 TWh o más en cada año. Sin embargo, los últimos años han sido desalentadores, con caídas dramáticas de 5.8 TWh en 2024 y 7 TWh en 2025. En cuanto a la energía hidroeléctrica, ha tenido años de incrementos notables, como en 2009 con un aumento de 4.7 TWh, seguidos de declives necesarios de abordar. Estos datos resaltan la urgencia de estabilizar y mejorar la capacidad energética baja en carbono en Tennessee.