En Tennessee, el panorama actual del consumo de electricidad muestra una mezcla de fuentes bajas en carbono y combustibles fósiles. Más de un tercio de la electricidad proviene de fuentes bajas en carbono, incluyendo principalmente energía nuclear y en menor medida energía hidroeléctrica y solar. La energía nuclear es una de las principales contribuyentes a la electricidad baja en carbono, con cerca del 30% del total, mientras que la energía hidroeléctrica contribuye con casi el 7% y la solar apenas alcanza el 1%. Por otro lado, los combustibles fósiles suponen alrededor del 32% de la generación eléctrica, divididos entre carbón y gas. Importaciones netas también desempeñan un rol importante, constituyendo algo más del 30% del suministro de electricidad del estado. Esta dependencia significativa de importaciones resalta la necesidad de aumentar la producción interna de energía, en particular a través de fuentes limpias y sustentables.
¿Está creciendo la electricidad en Tennessee?
El consumo de electricidad en Tennessee ha disminuido respecto a su récord anterior de 2005, descendiendo a 14,995 kWh por persona en 2024, una bajada considerable frente al pico de 18,256 kWh de 2005. Esta disminución en el consumo total de electricidad es preocupante dado que va en contra de la tendencia mundial de creciente demanda eléctrica por la electrificación y avances tecnológicos. Aún más alarmante es el declive en la generación de electricidad baja en carbono per cápita, que ha bajado desde su máximo en 2020 de 7,293 kWh a los actuales 5,700 kWh por persona. Este retroceso indica una posible falta de inversión y desarrollo en tecnologías sostenibles que son esenciales para disminuir la dependencia de combustibles fósiles y mitigar sus impactos negativos sobre el medio ambiente.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Tennessee debería centrarse en expandir su infraestructura nuclear, dado su historial de proporcionar una parte importante de la electricidad estatal y su estatus como fuente limpia y confiable. Los ejemplos de estados y países exitosos en esta área ilustran el camino a seguir. Francia y Eslovaquia han destacado en el uso de la energía nuclear, generando 68% y 62% respectivamente, demostrando el potencial de esta tecnología. Comparativamente, Nevada ha logrado un progreso significativo en energía solar, alcanzando el 27%. Tomar en cuenta estas referencias internacionales y locales podría guiar a Tennessee hacia una infraestructura energética más verde, aumentando tanto la energía solar como la nuclear a fin de disminuir la dependencia de importaciones y combustibles fósiles. Esto sería un paso estratégico para avanzar hacia un futuro más sustentable y preparado para las demandas de la modernidad.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Tennessee ha visto altibajos considerables a lo largo de las décadas. En la década de 2000, se observaron varias fluctuaciones en la generación nuclear, destacándose una reducción significativa en 2006 pero recuperándose en 2007 con un incremento de 4 TWh. Sin embargo, en años recientes, 2024 ha registrado una preocupante disminución de 5.8 TWh en generación nuclear. Las variaciones en la energía hidroeléctrica también han sido notorias, con incrementos significativos en algunos años, como en 2009 y 2020, pero con caídas notables en otros años. Estas fluctuaciones resaltan la necesidad de estabilizar e incrementar de manera continua la generación baja en carbono, en particular avanzando en la expansión de instalaciones nucleares y solares para asegurar un suministro eléctrico sólido y sostenible para el futuro de Tennessee.