En 2023, el consumo de electricidad en Indonesia está dominado por los combustibles fósiles, que representan poco más del 81% del total. El carbón es el principal contribuyente, con casi el 62% de la electricidad proveniente de esta fuente. El gas natural es también significativo, aportando aproximadamente el 17%, mientras que el petróleo casi no juega un papel importante con menos del 2%. En comparación, las fuentes de electricidad baja en carbono, como la energía hidroeléctrica, la geotérmica y los biocombustibles, generan alrededor del 18.5%. La mayor parte de la electricidad baja en carbono proviene de la energía hidroeléctrica, que produce el 7%, seguida por los biocombustibles (6.4%) y la energía geotérmica (4.82%).
Indonesia puede incrementar su generación de electricidad baja en carbono siguiendo ejemplos exitosos de otros países. Francia y Ucrania han logrado más de la mitad de su electricidad a partir de energía nuclear, lo que muestra que la expansión nuclear puede ser una solución efectiva. Países similares a Indonesia, como Uruguay, han aprovechado la energía eólica, alcanzando el 36% de su electricidad desde esta fuente. Chile, con un porcentaje significativo de energía solar (21%), y Yemen (20%) también ofrecen modelos a seguir en la expansión de la energía solar. Basándose en estas experiencias, Indonesia podría diversificar y aumentar su capacidad de generación de energía eólica, solar y nuclear para reducir su dependencia de los combustibles fósiles y mitigar los impactos del cambio climático y la contaminación del aire.
A lo largo de las últimas décadas, la generación de electricidad baja en carbono en Indonesia ha mostrado fluctuaciones. En la década de 1980, la energía hidroeléctrica aumentó moderadamente, pero con algunas caídas significativas a finales de 1990 y principios de 2000. En 2010, hubo un notable aumento de 6.1 TWh en energía hidroeléctrica, seguido por un repunte en 2013 y 2016. En años recientes, la diversificación hacia biocombustibles ha sido prominente, con un salto significativo de 12.7 TWh en 2018. Sin embargo, desde 2020 se han observado aumentos más modestos y algunas reducciones, como la caída de 2.7 TWh en energía hidroeléctrica en 2023. Estos antecedentes reflejan la necesidad de un enfoque más estable y diversificado en la transición energética de Indonesia hacia fuentes bajas en carbono.