En 2024, Nueva Zelanda es destacable por su impresionante logro en el ámbito de la generación eléctrica baja en carbono. Más de cuatro quintas partes de su electricidad provienen de fuentes limpias, lo que refleja un fuerte compromiso con la sostenibilidad y la reducción de emisiones de carbono. La energía hidroeléctrica sigue siendo el pilar, contribuyendo con más de la mitad de la producción, mientras que casi una quinta parte proviene de la energía geotérmica. Además, la energía eólica aporta poco menos de un 10% a esta mezcla ecológica. Sin embargo, cerca de un 15% de la electricidad todavía se genera mediante combustibles fósiles, con la mayoría proveniente del gas y un aproximadamente 5% derivado del carbón. A medida que Nueva Zelanda avanza, un desafío clave será electrificar sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo que requerirá un aumento significativo en la producción de electricidad limpia.
¿Está creciendo la electricidad en Nueva Zelanda?
Lamentablemente, el consumo de electricidad en Nueva Zelanda ha disminuido desde su récord en 2004. En 2024, cada persona consume aproximadamente 8595 kWh de electricidad, significativamente menos que los 10450 kWh por persona alcanzados hace dos décadas. Lo preocupante es que la cantidad de electricidad baja en carbono consumida per cápita también ha bajado, de 8229 kWh en 1995 a 7311 kWh en la actualidad. Esto subraya la urgente necesidad de incrementar la generación de electricidad limpia para cumplir no solo con las necesidades actuales, sino también para prepararse para futuras demandas de electrificación y las oportunidades que presentan tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial.
Sugerencias
Nueva Zelanda puede fortalecer su capacidad de generación baja en carbono enfocándose en la expansión de la energía solar y nuclear, ambas fuentes cruciales en la transición hacia un futuro energético sostenible. La energía solar ofrece un potencial inmenso debido a la caída de los costos asociados, y al mismo tiempo, la energía nuclear puede proporcionar una fuente fiable y constante de electricidad sostenible. Estas fuentes deben ser el núcleo de una estrategia de crecimiento robusta que complemente las energías hidroeléctrica y eólica, asegurando un crecimiento constante y sostenible de la capacidad eléctrica para satisfacer la creciente demanda.
Historia
Desde la década de 1970 hasta ahora, la trayectoria de la energía hidroeléctrica en Nueva Zelanda ha mostrado variaciones importantes. En los años setenta y ochenta, se produjeron varios incrementos, como en 1975 y 1983, donde se registraron incrementos significativamente positivos. Sin embargo, la década de los noventa y a principios de los 2000, enfrentó varias caídas, destacando las disminuciones en 1997, 1999 y 2001. A pesar de estas fluctuaciones, se observaron notables incrementos nuevamente en 2002 y 2004. En la última década, la generación hidroeléctrica ha vuelto a ver algunos descensos, como el más reciente en 2024. Estos patrones resaltan la necesidad de una diversificación continua y el aumento de las fuentes de electricidad bajas en carbono para mejorar la resiliencia energética del país.
Electrificación
Estimamos el grado de electrificación comparando las emisiones de electricidad y energía total. Más sobre metodología.