Nueva Zelanda ha logrado un notable éxito al obtener más del 84% de su electricidad de fuentes bajas en carbono, lo cual es un testimonio de su compromiso con un futuro sostenible. Este impresionante porcentaje se desglosa en más de la mitad de la electricidad proveniente de la energía hidroeléctrica y cerca de una cuarta parte del total de la electricidad generada a partir de fuentes geotérmicas. Además, la energía eólica contribuye con casi una décima parte a este panorama. Sin embargo, un desafío importante permanece al frente: la necesidad de electrificar otros sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo que demandará aún más electricidad. Actualmente, la generación de electricidad a partir de combustibles fósiles representa cerca del 16%, con una mayor porción proveniente del gas.
¿Está creciendo la electricidad en Nueva Zelanda?
A pesar de estos notables avances en la producción de electricidad limpia, el consumo total de electricidad en Nueva Zelanda ha disminuido con el tiempo. En 2025, el consumo total de electricidad se situó en 8233 kWh por persona, lo que muestra una disminución de 2217 kWh por persona en comparación con el récord histórico de 2004. Esto es preocupante, especialmente en un contexto global donde la demanda de electricidad debería crecer al electrificar sectores adicionales. Asimismo, la generación de electricidad baja en carbono es de 6920 kWh por persona, que también se ha reducido en comparación con el récord anterior de 8229 kWh por persona en 1995. Es imperativo que Nueva Zelanda revierta esta tendencia para alinearse con las necesidades actuales y futuras de un mundo eléctrico y digital.
Sugerencias
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Nueva Zelanda debería considerar la expansión y la inversión en tecnologías limpias como la energía solar y nuclear. Ambas pueden ofrecer flujos constantes y confiables de electricidad limpia, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles que contribuyen al cambio climático y la contaminación del aire. Además, promover la integración de más infraestructuras solares, probablemente combinadas con almacenamiento energético, puede ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades energéticas diarias y estacionales. La inversión en nuevas tecnologías y la actualización de infraestructuras existentes posicionarán a Nueva Zelanda como un líder mundial en energía limpia.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Nueva Zelanda muestra variaciones significativas a lo largo de las décadas, especialmente en lo que respecta a la energía hidroeléctrica. A lo largo de los años 70 y 80, vimos incrementos notables en los años 1975, 1979, y 1983, seguidos de contribuciones positivas adicionales hacia mediados de los 90. Sin embargo, los últimos años han sido testigos de declives intermitentes, como se evidenció en 1997 y 2001, donde se registraron importantes disminuciones en la generación hidroeléctrica. Estos patrones se han repetido, pero existe un potencial significativo para estabilizar y aumentar la capacidad a través de otras innovaciones en el sector de la electricidad baja en carbono. Establecer un progreso sostenido en la adopción de tecnologías limpias y asegurar una oferta abundante de electricidad es crucial para enfrentar los desafíos energéticos del futuro.
Electrificación
Estimamos el grado de electrificación comparando las emisiones de electricidad y energía total. Más sobre metodología.