Islandia ha logrado un notable éxito en su sector eléctrico al obtener prácticamente el 100% de su electricidad de fuentes bajas en carbono, una cifra que ronda el 99.99%. Durante el período de octubre de 2023 a septiembre de 2024, más de dos tercios de esta electricidad proviene de energía hidroeléctrica, representando alrededor del 70.17%, mientras que casi una tercera parte, cerca del 29.75%, se genera a partir de energía geotérmica. Este logro subraya el compromiso de Islandia con las fuentes de energía limpias, relegando el uso de combustibles fósiles a prácticamente cero en su matriz de generación eléctrica. Sin embargo, para continuar avanzando en su transición energética, Islandia enfrenta el desafío de electrificar otros sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo cual demandará un aumento significativo en su capacidad de generación eléctrica baja en carbono.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Islandia podría diversificar su enfoque, considerando la inclusión de energía nuclear, eólica y solar, tal como lo han hecho otros países con éxito. Aunque actualmente la energía geotérmica y hidroeléctrica son pilares fundamentales de su mix energético, la adición de energía eólica y solar podría garantizar una mayor resiliencia y capacidad. Dadas las abundantes condiciones naturales de Islandia, la energía eólica en particular podría ser una opción viable para producir electricidad adicional de forma sostenible. Además, la potencial adopción de energía nuclear ofrece una oportunidad para generar electricidad baja en carbono de manera constante y confiable, asegurando que la demanda creciente de electricidad se satisfaga de manera sostenible.
La historia de la electricidad baja en carbono en Islandia ha estado marcada por un crecimiento constante a lo largo de las décadas. En la década de 1970, Islandia comenzó su expansión con un aumento en la generación de energía hidroeléctrica de cerca de 0.5 TWh en 1973. Durante el final de los años 90, entre 1997 y 1999, hubo un constante incremento tanto en la energía hidroeléctrica como en la geotérmica, con aumentos en generación que rondaba los 0.4 a 0.5 TWh anualmente. En la primera década del siglo XXI, se destacó el año 2008 con un significativo aumento de 4 TWh para la hidroeléctrica, reflejando un importante impulso en esta década. En los años subsiguientes, los avances en la geotérmica continuaron, aunque enfrentaron una ligera disminución en la capacidad hidroeléctrica en 2019 y 2024, lo que subraya la necesidad de seguir explorando y diversificando las opciones de generación limpia y sostenible, incluyendo la adopción de energía nuclear.