En 2023, Islandia logró un notable hito en la generación de electricidad baja en carbono, obteniendo el 99.97% de su electricidad de fuentes limpias. Más de dos tercios de esta electricidad provienen de energía hidroeléctrica, que representa aproximadamente el 70% del total, mientras que casi un tercio proviene de la energía geotérmica, con un 29.67%. Esta impresionante proporción destaca el éxito de Islandia en la implementación de tecnologías bajas en carbono. Sin embargo, el próximo desafío será electrificar otros sectores, como el transporte, la calefacción y la industria, lo que requerirá una expansión significativa en la generación de electricidad.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Islandia tiene varias opciones. Primero, podría seguir ampliando su capacidad hidroeléctrica y geotérmica, aprovechando sus abundantes recursos naturales. Además, la diversificación hacia la energía eólica y solar proporcionaría una mayor estabilidad y seguridad energética. La inversión en energía nuclear también debería ser considerada, ya que es una fuente constante y fiable de electricidad baja en carbono, capaz de complementar las fluctuaciones de las energías renovables intermitentes como la eólica y solar. Esta combinación múltiple de fuentes podría asegurar que Islandia continúe siendo un líder en la generación de electricidad limpia y sostenible.
El recorrido histórico de Islandia hacia la electricidad baja en carbono es notable. En la década de 1970, se experimentó un aumento continuo con la adición de 0.5 TWh de energía hidroeléctrica en 1973. La década de 1990 y principios de los 2000 vieron incrementos más modestos pero consistentes en la capacidad hidroeléctrica cada pocos años. Una explosión significativa ocurrió en los años posteriores al 2000, especialmente en 2007 y 2008, cuando se agregaron 1.1 TWh de energía hidroeléctrica y 4 TWh respectivamente, junto con aumentos sustanciales en la capacidad geotérmica. En la última década, ha habido incrementos continuos pero más pequeños, con aumentos notables en la energía geotérmica en 2018 y la energía hidroeléctrica aumentando en 2021 y 2022. Esta trayectoria subraya el compromiso constante de Islandia con la expansión y diversificación de su capacidad de generación de electricidad baja en carbono.