Actualmente, en Ucrania, más de dos tercios de la electricidad proviene de fuentes de energía baja en carbono. De este considerable aporte, la energía nuclear representa más de la mitad del total de electricidad generada, destacándose como la fuente principal de energía en el país. La energía hidroeléctrica también contribuye, aunque en menor medida, cubriendo aproximadamente una décima parte del consumo. En cuanto a las energías renovables excepto hidroeléctrica, la solar y la eólica están empezando a hacer contribuciones significativas, aunque juntas aún representan una pequeña fracción del total. Por otro lado, los combustibles fósiles, que incluyen principalmente carbón y gas, aún suponen más de un cuarto de la electricidad generada, con el carbón siendo el predominante entre ellos. Este panorama presenta un buen avance hacia la sostenibilidad, aunque queda trabajo por hacer para reducir aún más la dependencia de los combustibles fósiles.
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¿Está creciendo la electricidad en Ucrania?
El consumo de electricidad en Ucrania, sin embargo, ha enfrentado una trayectoria descendente desde su máximo histórico en 1988. Actualmente, el consumo per cápita es de 2767 kWh, lo cual representa casi la mitad del récord histórico. Esta caída notable indica no solo un descenso general en el consumo eléctrico, sino también una reducción en la generación de electricidad baja en carbono desde su máxima registrada en 2021. Esta situación sugiere una tendencia preocupante en la caída de generación de energía, cuando lo que se necesitaba era mantener el crecimiento para satisfacer las futuras demandas energéticas en un mundo cada vez más eléctrico.
Sugerencias
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Ucrania debería considerar la expansión de sus instalaciones nucleares existentes, ya que esta fuente ya está firmemente establecida como la principal contribuidora de energía baja en carbono del país. Algunos países han tenido éxito al diversificar su matriz energética con tecnologías bajas en carbono adicionales, de modo que Ucrania podría observar ejemplos como Francia, que obtiene un amplio porcentaje de su electricidad de fuentes nucleares eficientes. Además, aprender de países como Dinamarca en el ámbito de la energía eólica y Nevada para la solar, puede proporcionar valiosas lecciones. Dinamarca, por ejemplo, ha logrado que casi la mitad de su electricidad provenga del viento, y Nevada obtiene casi un tercio de su electricidad a partir del sol. Adoptar estas estrategias en Ucrania podría ser clave para satisfacer la futura demanda eléctrica de manera sostenible.
Historia
La historia de la generación de energía baja en carbono en Ucrania ha sido fluctuante. Durante el periodo de finales de la década de los 80 y comienzos de los 90, la capacidad nuclear mostró incrementos y descensos significativos, con aumentos como los de 1988 y 1990 seguidos por caídas como en 1989 y 1994. En el nuevo milenio, este patrón de altos y bajos continuó, aunque con una inclinación proporcional hacia el crecimiento notable en los años 2000, con incrementos observados en 2004 y 2010, entre otros. Lamentablemente, la energía nuclear sufrió una importante caída en 2022, un evento adverso para los esfuerzos de Ucrania en disminuir su dependencia de los combustibles fósiles. Ahora, siendo conscientes de estos vaivenes históricos, es imperativo reforzar los compromisos para expandir tecnologías bajas en carbono para asegurar un futuro energético más estable y limpio.