En Turquía, el consumo de electricidad en los últimos doce meses, de septiembre de 2024 a agosto de 2025, muestra una prefencia significativa por los combustibles fósiles, que contribuyen con más de la mitad de la energía generada, específicamente un 55%. Entre estos, el carbón representa alrededor de un tercio del total, mientras que el gas aporta un poco más de una quinta parte. En cuanto a la electricidad baja en carbono, que constituye casi el 45% del total, la energía hidroeléctrica lidera con casi un 18%, seguida de la energía eólica y solar, que tienen una participación cercana al 11% y 11%, respectivamente. La geotérmica y los biocombustibles contribuyen con pequeños porcentajes, con poco más de 2% cada uno. Es evidente que aunque hay un avance hacia fuentes de energía más limpias, todavía hay un camino por recorrer para equilibrar mejor la matriz energética del país.
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¿Está creciendo la electricidad en Turquía?
Al observar los patrones de consumo, Turquía ha visto un crecimiento en el consumo total de electricidad, alcanzando los 3924 kWh por persona en 2025, un pequeño incremento respecto al récord anterior de 3841 kWh en 2024. Sin embargo, la generación de electricidad baja en carbono ha disminuido levemente, bajando de un récord de 1793 kWh por persona a 1753 kWh este último año. Aunque el aumento en el consumo total es un indicativo positivo de crecimiento, la ligera caída en generación baja en carbono es preocupante y demuestra la necesidad de implementar acciones para consolidar y expandir estas fuentes de energía para enfrentar el aumento de la demanda futura.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono en Turquía, sería aconsejable expandir las instalaciones eólicas y solares, ya que ambas tecnologías están produciendo cantidades significativas de electricidad. Turquía puede aprender de países como Dinamarca, donde la energía eólica provee cerca de la mitad de la electricidad. Además, explorar la inclusión de energía nuclear podría ser crucial, tomando nota de países como Francia y Eslovaquia, que generan la mayoría de su electricidad mediante este medio fiable y bajo en carbono. Turquía tiene la oportunidad de seguir ejemplos exitosos en la expansión de energía nuclear y solar, aprovechando la experiencia global para mejorar su infraestructura energética verde.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Turquía muestra fluctuaciones significativas, especialmente en el ámbito hidroeléctrico. Durante las décadas pasadas, ha habido años de gran crecimiento como en 1988, 2002 y 2019, donde se registraron aumentos grandes de generación hidroeléctrica. Sin embargo, también han ocurrido retrocesos drásticos como en 2014 y 2021. En años recientes, la energía solar ha mostrado incrementos notables, especialmente en 2024 y 2025, aunque el panorama hidroeléctrico sigue siendo volátil con continuas subidas y bajadas interanuales. Este historial subraya la importancia de diversificar e invertir en infraestructuras bajas en carbono estables y viables a largo plazo.