Actualmente, El Salvador muestra una participación significativa de la electricidad baja en carbono en su matriz energética. Más de la mitad de la electricidad generada en el país proviene de fuentes bajas en carbono, con la energía hidroeléctrica y geotérmica a la cabeza, contribuyendo con casi 2.41 y 1.6 teravatios-hora (TWh) respectivamente. Además, la energía solar también representa una parte considerable, con 1.1 TWh. Por otro lado, las fuentes de combustibles fósiles añaden alrededor de 2.04 TWh, con el gas aportando cerca del 50% de esta cantidad. Sin embargo, a pesar de este impresionante desempeño en la producción de energía limpia, la generación de electricidad por persona se encuentra por debajo del promedio global de 410 vatios por persona, lo que podría impactar en sectores críticos como la industrialización y el desarrollo tecnológico.
Mirando a otros países, se pueden obtener valiosas lecciones para incrementar aún más la generación de electricidad baja en carbono en El Salvador. El país ya ha demostrado ser exitoso en la expansión de la energía solar, por lo que podría beneficiarse de un mayor impulso en esta área. En particular, las experiencias de países como la República Popular de China y los Estados Unidos, que generan 523 TWh y 215 TWh desde la solar respectivamente, podrían ser instructivas. Otros países con condiciones similares a las de El Salvador, como Brasil y México, también han tenido éxitos notables con la energía eólica y solar, lo que podría proporcionar puntos de referencia útiles.
Historicamente, se ha confiado en la energía hidroeléctrica para la generación de electricidad baja en carbono en El Salvador. Desde finales de los años 70 hasta el presente, la producción de energía hidroeléctrica ha fluctuado, aunque en general ha aumentado. El país ha enfrentado bajas en la producción en años como 1982, 1994 y 2000, pero ha conseguido recuperarse, incluso registrando aumentos significativos en los últimos años. Por ejemplo, en 2020, la generación de energía hidroeléctrica aumentó en 0.6 TWh. Mientras tanto, el país ha logrado diversificar sus fuentes de electricidad baja en carbono. En 2020, se registró un aumento en la generación de energía solar, ofreciendo un prometedor camino a seguir para el futuro de la energía en El Salvador.