Costa Rica ha logrado un impresionante hito en el ámbito de la electricidad al obtener más del 94% de su suministro total de fuentes bajas en carbono. Este logro es principalmente gracias a la energía hidroeléctrica, que representa un notable 70% de la electricidad del país. Además, otras fuentes como la geotérmica y la energía eólica contribuyen con un 12.6% y un 10% respectivamente. Por otro lado, los combustibles fósiles representan apenas el 6% del mix energético, lo cual es digno de admiración. Costa Rica también se ha convertido en un exportador neto significativo de electricidad, lo que permite a sus vecinos reducir sus emisiones. El siguiente desafío para Costa Rica es electrificar sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo que demandará un aumento considerable en la generación de electricidad.
¿Está creciendo la electricidad en Costa Rica?
Sin embargo, el crecimiento de la electricidad en Costa Rica ha experimentado una ligera desaceleración. El consumo actual por persona se sitúa en 2425 kWh, una disminución respecto al récord de 2516 kWh por persona en 2021. Similarmente, la generación de electricidad baja en carbono per cápita ha bajado a 2280 kWh, desde el registro máximo anterior de 2516 kWh por persona en ese mismo año. Esta caída en el consumo y la generación de electricidad baja en carbono es motivo de preocupación, ya que puede comprometer la capacidad del país para satisfacer sus futuras necesidades eléctricas, especialmente en un contexto de electrificación creciente.
Sugerencias
Para propiciar un incremento en la generación de electricidad baja en carbono, Costa Rica podría centrar sus esfuerzos en expandir su capacidad de energía eólica, que ya es una parte importante de su mix energético. Aprovechando los recursos naturales favorables del país, se puede aumentar la infraestructura existente para generar más electricidad limpia. En el contexto de un mundo que evoluciona hacia un mayor consumo de electricidad, el país debería considerar aumentar no solo la capacidad de energía eólica, sino también explorar otras tecnologías bajas en carbono que puedan facilitar la transición total a un sistema eléctrico limpio, eficiente y sostenible.
Historia
En cuanto al historial de generación de electricidad baja en carbono de Costa Rica, durante las primeras décadas, el país vio varios incrementos en su capacidad hidroeléctrica, particularmente notable en los años 80 y 90. Sin embargo, los años recientes no han estado exentos de desafíos; por ejemplo, se observó una caída en la producción hidroeléctrica en el año 2023. En 1992, la energía geotérmica experimentó un crecimiento de 0.5 TWh, y en 2019 logró el mismo incremento. El crecimiento de la energía eólica fue palpable en 2018 con un aumento de 0.5 TWh. Estos patrones reflejan el compromiso de Costa Rica con la energía baja en carbono, aunque debe mantenerse vigilante sobre el crecimiento continuo y la diversificación de sus fuentes energéticas.
Electrificación
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