Costa Rica ha logrado un notable avance en la producción de electricidad baja en carbono, alcanzando un asombroso 98.79% de su suministro eléctrico de fuentes limpias en los últimos 12 meses, de octubre de 2024 a septiembre de 2025. Más de tres cuartas partes de la electricidad del país provienen de la energía hidroeléctrica, lo que demuestra el importante papel que desempeña en su matriz energética. La energía eólica contribuye con más del 11%, mientras que la geotérmica añade casi otro 11%. En contraste, el uso de energía proveniente de combustibles fósiles es marginal, representando solo un poco más del 1% del total. Este equilibrio actual es un logro impresionante; sin embargo, al superar este hito, Costa Rica enfrenta el desafío de electrificar otros sectores como el transporte, la calefacción y la industria. Esto requerirá un incremento significativo en la generación de electricidad limpia para satisfacer la creciente demanda.
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¿Está creciendo la electricidad en Costa Rica?
El consumo de electricidad en Costa Rica está en una senda de crecimiento, como lo indican las cifras más recientes. En 2025, el consumo total de electricidad alcanzó 2560 kWh por persona, superando el récord anterior de 2516 kWh por persona establecido en 2021. Esta aumento refleja un incremento de 44 kWh por persona, lo que señala una tendencia positiva y moderada en el uso eléctrico. En cuanto a la generación de electricidad baja en carbono, también se alcanzó un nuevo récord de 2529 kWh por persona, mejorando en 13 kWh respecto al año récord de 2021. Esto indica que mientras el consumo total crece, la proporción de energía limpia también se mantiene fuerte, consolidando a Costa Rica como un líder en sustentabilidad eléctrica.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Costa Rica debería enfocarse en expandir su capacidad de energía eólica, que ya constituye más del 11% de su suministro eléctrico. Dado el éxito que ha tenido este tipo de energía en el país, su ampliación podría contribuir significativamente a satisfacer la futura demanda eléctrica mientras se mantiene la baja dependencia de combustibles fósiles. Además, se deberían considerar otras fuentes de baja en carbono, como la energía solar, que tiene un gran potencial para desarrollarse. Este impulso no solo elevaría la capacidad de generación eléctrica, sino que también aseguraría que nuevas necesidades, como la electrificación de sectores emergentes y el crecimiento del uso de inteligencia artificial, sean abastecidas con energía limpia y abundante.
Historia
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Costa Rica, los años 80 marcaron un periodo de crecimiento constante de la energía hidroeléctrica, especialmente a comienzos de la década, con aumentos anuales notables. La década de los 90s introdujo un cambio con la adición de energía geotérmica, comenzando en 1992 con un aumento significativo. A lo largo del tiempo, ha habido fluctuaciones en la producción hidroeléctrica con ocasionales reducciones, como en 1995 y 1998. Aun así, siempre se recuperaron con incrementos posteriores, especialmente en los años 2000 y hacia finales de la década de 2010, destacándose un crecimiento continuo hasta 2025. Este patrón de crecimiento resistente y la incorporación de nuevas formas de energía baja en carbono han moldeado el robusto perfil energético de Costa Rica en las últimas décadas.