En el periodo comprendido entre septiembre de 2024 y agosto de 2025, la generación de electricidad en México muestra una fuerte dependencia de los combustibles fósiles, ya que más de las tres cuartas partes de esta, específicamente un 74.87%, proviene de estas fuentes. La mayor parte de esta energía fósil se genera a partir del gas, que representa aproximadamente el 60% del total, mientras que el carbón y el petróleo contribuyen con cerca del 7.6% y 5.8%, respectivamente. Por otro lado, la energía baja en carbono constituye aproximadamente una cuarta parte del total, siendo la energía hidroeléctrica la más destacada dentro de este grupo con un 7.5%. La energía solar y eólica también son parte importante de este grupo, aportando aproximadamente un 6.5% y casi un 6% del total, respectivamente, mientras que la contribución de la energía nuclear es cercana al 3%.
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¿Está creciendo la electricidad en México?
En cuanto al crecimiento del consumo de electricidad en México, los datos reflejan una ligera disminución en el consumo per cápita, pasando de un récord histórico de 2809 kWh/persona en 2024 a 2772 kWh/persona en 2025, lo que representa una reducción de 37 kWh/persona. De igual manera, el consumo de electricidad baja en carbono ha mostrado un decrecimiento, descendiendo desde un máximo de 732 kWh/persona en 2021 a 667 kWh/persona recientemente, una decremento de 65 kWh/persona. Esta tendencia a la baja en el consumo y generación de energía baja en carbono es preocupante, especialmente en un contexto donde deberían aumentar los esfuerzos por reemplazar la energía de origen fósil.
Sugerencias
Para que México incremente su generación de electricidad baja en carbono, sería recomendable mirar hacia regiones exitosas en el aprovechamiento de energía solar y nuclear. Por ejemplo, Francia y Eslovaquia han demostrado ser líderes en energía nuclear, generando más de dos tercios de su electricidad de esta manera. En cuanto a energía solar, México puede aprender de países como Chile, que genera cerca de una cuarta parte de su electricidad de este recurso. Asimismo, la experiencia de Estados de EE.UU. como Iowa y Dakota del Sur en el aprovechamiento de la energía eólica, podría servir de modelo a seguir. Fomentar estas fuentes de energía sostenible no solo ayudaría a reducir la dependencia de los combustibles fósiles, sino que también contribuiría a mitigar el impacto ambiental y mejorar el abastecimiento energético a futuro.
Historia
El desarrollo histórico de la electricidad baja en carbono en México ha tenido fluctuaciones notables. Durante los años ochenta, la energía hidroeléctrica mostró incrementos significativos, especialmente en 1981. Sin embargo, ha habido varios periodos de declive, como en 1986 y los años noventa. En los últimos años, se observa un crecimiento en las energías solar y eólica desde 2019, seguido por un aumento significativo de la energía solar en 2021. No obstante, la energía hidroeléctrica sufrió una notable reducción en 2023, un retroceso que subraya la importancia de seguir desarrollando y diversificando fuentes bajas en carbono, particularmente las modalidades nuclear y solar. En definitiva, aumentar la generación de electricidad baja en carbono es crucial para que México avance hacia un futuro energético más limpio y sostenible.