En el periodo comprendido entre agosto de 2024 y julio de 2025, la República Popular China ha mantenido una interesante mezcla de generación de electricidad, muy relevante en el contexto global. Más de la mitad de la electricidad (cerca del 59%) se genera a partir de combustibles fósiles, predominantemente carbón, que por sí solo representa casi el 56% de la electricidad. Por otro lado, la electricidad baja en carbono constituye aproximadamente el 41% del total. De estas fuentes bajas en carbono, la energía hidroeléctrica aporta alrededor del 13%, seguido por la energía eólica con un 11%, y la solar con más del 10%. La energía nuclear cubre aproximadamente 5% del total, lo cual es un área clave para potenciales mejoras. Aunque las biofuels aportan un pequeño 2%, es la expansión de tecnologías limpias como solar y nuclear lo que representa el mayor potencial de crecimiento y mejora en el perfil energético chino.
¿Está creciendo la electricidad en República Popular China?
A pesar de la clara necesidad de aumentar el suministro de electricidad, particularmente de fuentes limpias, el consumo total de electricidad por persona en China disminuyó recientemente. En 2025, se registró un consumo de 6956 kWh por persona, una reducción de 121 kWh en comparación con el año 2024. Sin embargo, esta disminución se ha visto parcialmente compensada por un aumento en la generación baja en carbono que alcanzó los 2866 kWh por persona, un aumento notable de 173 kWh respecto al año anterior. Este dato es alentador pero no deja de preocupar que el crecimiento en el consumo total de electricidad sea insuficiente para satisfacer las demandas futuras de electrificación y desarrollo tecnológico.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, China debería priorizar la expansión de la energía solar y nuclear, basado en buenos ejemplos en el mundo. Inspiremonos en Francia y Eslovaquia donde la energía nuclear domina con más del 60% del suministro eléctrico, mostrando así el potencial del nuclear. Por otro lado, regiones como Iowa y Dinamarca han explotado exitosamente la energía eólica, generando más del 57% de su electricidad. Al considerar el clima y la geografía, China también podría aprender de las impresionantes capacidades solares de Líbano con un 31% e incluso expandirse más allá con proyectos solares como los de Nevada y España. Estas regiones han demostrado cómo diversificar su matriz energética con tecnologías limpias efectivas.
Historia
Mirando atrás, el recorrido de la generación eléctrica baja en carbono en China ha tenido un impacto significativo. Desde principios del siglo XXI, la energía hidroeléctrica ha jugado un rol central con incrementos destacados a partir de 2004. El viento y la solar han cobrado protagonismo especialmente desde 2018, mostrando un aumento notable en 2021 y 2023. No obstante, la variabilidad de la generación hidroeléctrica ha presentado desafíos, con descensos en 2023 y 2025. Este historial destaca la necesidad de fortalecer otras formas de energía baja en carbono como la solar y la nuclear, para garantizar un futuro energético más estable y sostenible en China.
Electrificación
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