En 2021, el consumo de electricidad en la isla de La Réunion estuvo dominado por los combustibles fósiles, que representaron la mayor parte de la generación de electricidad, con un poco más del 70%. Dentro de este grupo, el carbón fue una fuente significativa, contribuyendo casi un tercio de la electricidad total. Por el contrario, la electricidad baja en carbono aportó algo más de una cuarta parte de la generación, destacando la energía hidroeléctrica con cerca del 12%, seguida de la solar con cerca del 9% y los biocombustibles con cerca del 8%. Esta dependencia de los combustibles fósiles no solo contribuye al cambio climático, sino que también impacta negativamente la calidad del aire y la salud pública, lo que subraya la necesidad urgente de transitar hacia fuentes de electricidad más limpias.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, La Réunion puede aprender de países que han tenido éxito en esta transición. Aunque la isla no tiene la capacidad de desarrollar energía nuclear a la misma escala que países como Francia, que obtiene el 68% de su electricidad de esta fuente, puede enfocarse más en su potencial para expandir la energía solar, considerando el éxito de Grecia y Chile que generan alrededor del 22% de su electricidad a partir de la energía solar. Además, países insulares como Cabo Verde demuestran que la energía eólica, que comprende el 14% de su generación, también podría ser un camino viable para La Réunion. Invertir en estas tecnologías limpias no solo podría reducir su dependencia de los combustibles fósiles, sino también fortalecer su seguridad energética a largo plazo.
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en La Réunion, se han observado varios ajustes en las últimas décadas. Durante los años 2000, hubo leves fluctuaciones en la generación hidroeléctrica, aunque con un pequeño aumento notable en biocombustibles en 2004. Avanzando al año 2010, se inició el despliegue de tecnología solar, observándose un crecimiento constante hasta 2011. La década de 2010 trajo más cambios en la energía hidroeléctrica, con varios altibajos, incluida una caída significativa en 2019. Sin embargo, los esfuerzos para aumentar la capacidad solar persistieron, lo que sugiere una tendencia positiva hacia la diversificación de su mezcla energética con fuentes más sostenibles.