En 2021, la mayoría de la electricidad consumida en Réunion provino de combustibles fósiles, con un 72%. De este porcentaje, casi un tercio fue generado por carbón, lo que subraya una alta dependencia de fuentes de energía no limpias que contribuyen al cambio climático y a la contaminación del aire. Sin embargo, más de una cuarta parte de la electricidad en la isla provino de fuentes limpias. La energía hidroeléctrica representó aproximadamente el 12% del total, mientras que la energía solar y los biocombustibles contribuyeron con alrededor del 9% y el 8% respectivamente. Estos datos indican un cierto progreso en la adopción de electricidad baja en carbono, pero existe un gran margen para mejorar hacia un futuro más sostenible.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Réunion debería considerar expandir el uso de energía solar y explorar oportunidades para la energía eólica, dado que tienen un buen potencial en islas con climas ventosos y soleados. Países como Dinamarca, que genera casi un 60% de su electricidad a partir del viento, podrían servir como modelos a seguir. Además, Francia, debido a su alto porcentaje de electricidad nuclear (67%), puede inspirar a Réunion a evaluar la viabilidad de esta tecnología. Adoptar estrategias de estas naciones podría ayudar a la isla a reducir su dependencia de combustibles fósiles, promover la sostenibilidad y mitigar los efectos negativos del cambio climático.
La historia de la generación de electricidad baja en carbono en Réunion muestra variaciones en el uso de diferentes fuentes a lo largo de las décadas. A principios de la década de 2000, la energía hidroeléctrica fue la fuente predominante, aunque se observaron fluctuaciones, con incrementos y disminuciones en años como 2001, 2004, 2005 y 2009. En 2010, la introducción de la energía solar añadió una nueva dimensión a la mezcla energética, con un aporte que continuó creciendo en los años posteriores. En la última década, 2018 y 2019 marcaron cambios significativos, con aumentos en la energía hidroeléctrica y una mayor incorporación de biocombustibles. A pesar de estos desarrollos, la generación de electricidad baja en carbono aún enfrenta desafíos y oportunidades para continuar creciendo y diversificándose en el futuro.