El estado actual del consumo de electricidad en Myanmar muestra un balance entre energía baja en carbono y combustibles fósiles. Basado en nuestro propio modelo de pronóstico, utilizando datos reales de los primeros 5 meses de 2023 y datos previstos para los 3 meses restantes, Myanmar genera más de la mitad de su electricidad a partir de fuentes bajas en carbono, con aproximadamente 9.87 TWh provenientes de energía hidroeléctrica. En comparación, la generación basada en combustibles fósiles alcanza los 8.28 TWh, principalmente de gas con 5.95 TWh y carbón con 2.21 TWh. Esto sitúa a Myanmar por debajo del promedio mundial de generación de electricidad de 3606 watts/persona, lo que podría limitar el desarrollo económico y la mejora de la calidad de vida, además de incrementar la vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático y la inseguridad energética.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Myanmar puede aprender de países como China e India que han mostrado éxito en la implementación de energía solar y eólica a gran escala. China, por ejemplo, genera 950 TWh de electricidad a partir de energía eólica y 653 TWh de energía solar, mientras que India genera 125 TWh de energía solar y 92 TWh de energía eólica. Estos ejemplos demuestran que con una inversión adecuada y la implementación de políticas favorables, Myanmar podría aumentar sustancialmente su capacidad de energía limpia, enfocándose en expansiones solares y eólicas. Además, el impulso de proyectos nucleares proporcionaría una fuente de energía estable y a largo plazo, protegiendo el medio ambiente a la vez que satisface las crecientes necesidades energéticas del país.
Históricamente, Myanmar ha dependido significativamente de la energía hidroeléctrica, mostrando incrementos constantes a partir de la década de 2000. Desde el año 2000 hasta 2018, hubo un aumento casi continuo en la generación hidroeléctrica, con incrementos notables particularmente entre 2009-2011 y 2017-2018. Sin embargo, en años recientes, como en 2019 y 2020, el país afrontó significativos descensos en la producción hidroeléctrica de casi 1.7 TWh cada año. En 2023, también se reportó una ligera disminución de 0.3 TWh. Aunque los descensos en la producción hidroeléctrica pueden representar desafíos, subraya la necesidad de diversificar la matriz energética hacia otras fuentes bajas en carbono como nuclear, solar y eólica, asegurando así una fuente de electricidad más diversa y resiliente.