En el año 2022, más de la mitad de la electricidad consumida en Honduras, aproximadamente un 62%, provino de fuentes de energía baja en carbono. La energía hidroeléctrica, una parte significativa de esto, representó casi un tercio de la generación total. Además, contribuyeron a la electricidad baja en carbono la energía solar (alrededor del 10%), los biocombustibles (un poco más del 10%), el viento (cerca del 6%) y la geotérmica (aproximadamente 3%). Por otro lado, los combustibles fósiles todavía abarcaban más de un tercio del consumo eléctrico del país, lo cual representa una importante fuente de emisiones de carbono. Las importaciones netas de electricidad constituyeron alrededor del 2% del total.
Para incrementar su generación de electricidad baja en carbono, Honduras podría seguir el ejemplo de otros países que han sido exitosos en la implementación de tecnologías limpias. Por ejemplo, países como Dinamarca y Uruguay han aprovechado mucho la energía eólica, generando un 59% y un 36% de su electricidad, respectivamente, a partir de esta fuente. Este enfoque se podría tomar para expandir la capacidad eólica de Honduras. Además, considerar la energía nuclear podría ser una estrategia a largo plazo, como se ha visto en países como Francia, donde un notable 67% de la electricidad deriva de esta fuente. Aunque actualmente no hay una infraestructura nuclear en Honduras, planificar su desarrollo podría ser ventajoso para reducir aún más la dependencia de los combustibles fósiles.
A lo largo de las últimas décadas, el desarrollo de electricidad baja en carbono en Honduras ha sido evidente. En los años 80 y 90, la energía hidroeléctrica tuvo incrementos notables, aunque también sufrió reducciones ocasionales. Desde mediados de la década del 2000 en adelante, ha habido un crecimiento constante en generación baja en carbono, particularmente en el área de biocombustibles y solar. En 2009, tanto los biocombustibles como la energía hidroeléctrica registraron aumentos, al igual que en 2015 cuando la energía solar comenzó a surgir. Los avances en la energía eólica se hicieron notorios en 2018. En 2021, un crecimiento considerable en la energía hidroeléctrica reafirmó su importancia en la matriz energética del país. Estas tendencias muestran cómo Honduras ha progresado hacia una matriz de electricidad más limpia a lo largo del tiempo.