En el año 2021, en Guadeloupe, más de la mitad de la electricidad provino de combustibles fósiles, representando alrededor del 66%. Este predominio de fuentes fósiles impacta negativamente al medio ambiente y contribuye al cambio climático con emisiones de carbono significativas. Por otro lado, la electricidad baja en carbono representó casi un tercio del total, lo cual incluye energías como biocombustibles, energía eólica, solar y geotérmica. Específicamente, los biocombustibles representaron poco más del 15%, mientras que la energía eólica y solar contribuyeron con casi el 7% cada una, y la energía geotérmica sumó cerca del 5%. Estos números indican un potencial significativo para el incremento de fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Guadeloupe puede aprender de países exitosos como Dinamarca y Uruguay, donde una parte significativa de su electricidad proviene de energía eólica, con un 59% y un 36% respectivamente. Estos ejemplos demuestran que invertir en esta tecnología puede ser altamente efectivo. Asimismo, Guadeloupe podría considerar el uso de energía solar, siguiendo el ejemplo de Grecia y Chile que han alcanzado un 22% y un 21% de su electricidad a partir de esta fuente. Dadas las condiciones climáticas favorables y la topografía de la isla, el desarrollo adicional de la energía solar y eólica podría reducir la dependencia de los combustibles fósiles y contribuir de manera significativa a un futuro más sostenible.
La historia de la electricidad baja en carbono en Guadeloupe muestra un crecimiento paulatino en las últimas décadas. A principios de la década de 2000, los biocombustibles y la energía geotérmica comenzaron a contribuir ligeramente al panorama energético, siendo 2005 un año destacado por una pequeña incorporación de energía geotérmica. El crecimiento se estancó en los años posteriores, con la energía solar apenas comenzando a mostrarse en 2012. Sin embargo, en 2021, se logró un progreso modesto con un incremento en el uso de biocombustibles, marcando una ligera mejora en diversificar su matriz energética con fuentes bajas en carbono. Estos desarrollos pasados resaltan una oportunidad latente para ampliar las inversiones y fortalecer el despliegue de energías limpias.