En 2011, la mayor parte de la electricidad de Guadalupe provenía de fuentes de energía fósiles, representando casi el 70% de la generación de electricidad. El carbón era la principal fuente de energía fósil, con una participación idéntica al total de energía fósil. La electricidad baja en carbono representaba poco más de un tercio del total, con los biocombustibles contribuyendo al 21%, seguido de la energía geotérmica con casi el 6%, la energía eólica con alrededor del 3% y la energía solar con poco menos del 2%.
Guadalupe puede aumentar su generación de electricidad baja en carbono aprendiendo de los éxitos de otros países. Un ejemplo es Francia, donde dos terceras partes de la electricidad provienen de la energía nuclear, o Dinamarca, donde la energía eólica representa cerca del 60% de la electricidad generada. Guadalupe también puede tomar como ejemplo a países con condiciones climáticas y geográficas similares, como Uruguay y España, donde el viento representa el 40% y el 23% de la generación de electricidad, respectivamente. Además, Guadalupe podría beneficiarse de un mayor uso de la energía solar, como lo demuestran países como Grecia y Australia, donde esta fuente de energía representa alrededor del 20% de la generación de electricidad.
La historia de la generación de electricidad baja en carbono en Guadalupe ha sido limitada y relativamente reciente. Hasta 2001, la energía eólica, geotérmica y de biocombustibles no contribuyeron a la generación de electricidad. No fue hasta 2003 que la generación de energía geotérmica empezó a contribuir ligeramente a la electricidad del país. En 2004, los biocombustibles comenzaron a generar una pequeña cantidad de electricidad. Sin embargo, la contribución de los biocombustibles pareció disminuir en 2011. La energía solar no empezó a contribuir hasta 2010. En resumen, Guadalupe ha tenido un progreso lento pero constante en la generación de electricidad baja en carbono en lo que va de siglo.