En el año 2020, la totalidad del consumo de electricidad en Gibraltar provenía de fuentes de energía fósil. Esto implica que el 100% de su producción energética se basó en recursos no sostenibles y contributivos a la emisión de gases de efecto invernadero. De este modo, la generación eléctrica de Gibraltar estuvo esencialmente exenta de fuentes de energía de bajo contenido de carbono, incapaz de contribuir a una sostenibilidad ambiental.
Para aumentar la generación de electricidad de bajo contenido de carbono, Gibraltar podría buscar inspiración en países que han demostrado éxito en la transición hacia fuentes de energía más limpias. Países como Francia y Eslovaquia han logrado que más de la mitad de su electricidad provenga de la energía nuclear, una fuente de energía limpia y altamente eficiente. Asimismo, Dinamarca e Irlanda han demostrado un gran aprovechamiento de la energía eólica, logrando que represente casi el 60% y el 35% de su producción eléctrica, respectivamente. Dado el clima favorable de Gibraltar, este podría también considerar invertir en infraestructuras de energía solar, tal como han hecho Grecia y Australia, donde esta fuente de energía representa cerca del 20% y 18% de su electricidad respectivamente.
Lamentablemente, la historia de Gibraltar en lo que respecta a la electricidad de bajo contenido de carbono es nula, ya que no se proporcionaron datos que indiquen que Gibraltar haya registrado cambios en su generación de electricidad a partir de fuentes de bajo carbono. Por lo tanto, la adopción de fuentes de energía limpia y sostenible representa una posibilidad inexplorada y prometedora para la evolución del sector energético en Gibraltar. Este cambio hacia una producción eléctrica más sostenible no sólo contribuiría a la mitigación del cambio climático, también mejoraría la calidad del aire y la salud de su población.