Gibraltar, en 2020, depende completamente de los combustibles fósiles para su consumo de electricidad, lo que significa que el 100% de su electricidad proviene de estas fuentes. Esto implica una gran dependencia de recursos no sostenibles, que contribuyen al cambio climático y a la contaminación del aire. La ausencia de electricidad baja en carbono en la matriz energética de Gibraltar resalta la necesidad urgente de un cambio hacia fuentes más limpias y sostenibles. Adoptar tecnologías de generación de electricidad de bajo carbono no solo ayudaría a combatir el cambio climático, sino que también mejoraría la calidad del aire y la seguridad energética de la región.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Gibraltar puede aprender de otros países exitosos en este ámbito. Por ejemplo, Francia y Eslovaquia han alcanzado más de la mitad de su generación eléctrica mediante energía nuclear, destacando la viabilidad de esta fuente como una opción confiable y limpia. Del mismo modo, países más afines a Gibraltar en tamaño o recursos, como Chipre, han avanzado significativamente en la adopción de energía solar que alcanza casi una quinta parte de su generación eléctrica. Además, Dinamarca es un ejemplo inspirador en poderío eólico, donde más del 60% de su electricidad proviene de esta fuente. Implementar combinaciones adecuadas de solar y eólica, considerando las características geográficas y demográficas de Gibraltar, podría potenciar su capacidad para reducir el uso de combustibles fósiles y avanzar hacia un futuro más sostenible.
En cuanto a la historia reciente de la electricidad baja en carbono en Gibraltar, parece que no se han producido cambios significativos ni desarrollos destacables en términos de generación baja en carbono. La ausencia de iniciativas o progresos en este campo sugiere una oportunidad perdida para diversificar sus fuentes de electricidad y adaptarse a una tendencia mundial hacia la sustentabilidad energética. Es fundamental que Gibraltar empiece a invertir en infraestructura para energías limpias, asumiendo un compromiso real con la transición energética que el contexto mundial y la crisis climática demandan de manera urgente.