En 2023, el consumo de electricidad en Turquía se divide de manera destacada entre combustibles fósiles y electricidad baja en carbono. Más de la mitad de la electricidad, un 57%, proviene de fuentes fósiles, principalmente carbón y gas, con el carbón representando cerca de un 36% y el gas alrededor de un 21%. En contraste, poco más del 41% de la electricidad de Turquía proviene de fuentes bajas en carbono. La energía hidroeléctrica es la mayor contribuyente dentro de esta categoría con casi un 20%, seguida de la energía eólica y solar que juntas suman aproximadamente un 16%. La energía geotérmica y los biocombustibles también aportan una pequeña cantidad con alrededor de un 5%. Las importaciones netas de electricidad representan solo el 1% del total consumido.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Turquía debería considerar expandir las tecnologías que ya están generando cantidades significativas de electricidad, como la energía eólica. Además, Turquía puede aprender de países similares que han tenido éxito en aumentar su generación baja en carbono. Por ejemplo, Dinamarca genera un impresionante 53% de su electricidad a partir de la energía eólica y Uruguay alcanza un 35% de generación eólica. Estos ejemplos sugieren que una mayor inversión en infraestructura eólica puede ser altamente efectiva. Además, Turquía debería considerar ampliar su capacidad nuclear, siguiendo el ejemplo de países como Francia y Eslovaquia, donde la energía nuclear proporciona más del 60% de la electricidad. Esto no solo diversificaría sus fuentes de energía baja en carbono sino que también reduciría su dependencia de los combustibles fósiles, ayudando a combatir el cambio climático y la contaminación del aire.
La historia de la electricidad baja en carbono en Turquía muestra fluctuaciones significativas, especialmente en la energía hidroeléctrica. En los años finales de la década de 1980 y principios de los 1990, hubo incrementos considerables, por ejemplo en 1988 con un aumento de 10.3 TWh y en 1993 con un aumento de 7.4 TWh. Sin embargo, también hubo periodos de declive destacables como en 1989, 1999 y 2001. A partir de 2010, los aumentos fueron notables con un incremento de 15.8 TWh, seguido de un sorprendente aumento de 26.5 TWh en 2015 y 28.9 TWh en 2019. No obstante, el año 2021 marcó una notable caída de 22.3 TWh en la generación hidroeléctrica. Ese mismo año, la energía eólica aumentó por 6.4 TWh, señalando el potencial de otras fuentes bajas en carbono. En 2022, hubo una recuperación en la energía hidroeléctrica con un aumento de 11.1 TWh. Estos datos indican que, a pesar de las fluctuaciones, Turquía ha mantenido un interés constante en la expansión de su capacidad de generación baja en carbono.