En el último año, de agosto de 2024 a julio de 2025, Turquía ha experimentado un panorama energético donde más de la mitad (55.55%) de la electricidad proviene de combustibles fósiles, principalmente carbón y gas. El carbón representa cerca de un tercio de la generación total con 33.55%, mientras que el gas contribuye con aproximadamente un quinto, alcanzando un 21.69%. Por otro lado, la electricidad baja en carbono, que incluye energías como la hidroeléctrica, eólica, solar y otras, representa el 44.2% del total. La energía hidroeléctrica es el líder de este grupo con 18.11%, seguida por la energía eólica con 10.78%, y la solar con 10.2%. Es evidente que aunque hay un buen progreso en el uso de fuentes limpias, todavía queda un camino por recorrer para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
¿Está creciendo la electricidad en Turquía?
Observando las cifras de consumo eléctrico, Turquía ha experimentado un ligero crecimiento en el uso de electricidad, alcanzando actualmente 3907 kWh por persona en 2025, un incremento de 19 kWh por persona respecto al año anterior. Sin embargo, la generación de electricidad baja en carbono ha sufrido un retroceso, disminuyendo en 43 kWh por persona en el mismo período, pasando de 1770 a 1727 kWh por persona. Este estancamiento en el desarrollo de energía limpia es preocupante ya que, si bien el consumo total está ligeramente en aumento, la disminución en la generación baja en carbono podría enfatizar una dependencia continua en fuentes más contaminantes.
Sugerencias
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Turquía debería enfocarse en expandir su infraestructura de energía solar y eólica, ya que estas tecnologías ya generan cantidades significativas de electricidad en el país. En particular, Turquía puede aprender de países como Dinamarca o estados como Iowa, donde la energía eólica representa un porcentaje muy alto de la generación total de electricidad. Además, es vital considerar el desarrollo de infraestructura de energía nuclear, inspirado por países como Francia y Eslovaquia donde la nuclear constituye una gran parte de su generación eléctrica, proporcionando una base sólida de energía limpia, confiable y a gran escala. La adopción de estas estrategias garantizaría un futuro energético más sostenible y menos dependiente de combustibles fósiles.
Historia
Desde finales del siglo XX, Turquía ha tenido un historial de altibajos en su generación de electricidad baja en carbono, particularmente en el ámbito hidroeléctrico. Durante los años 1980 y 1990, el país experimentó incrementos significativos, como en 1988 con un aumento de 10.3 TWh, pero también enfrentó caídas, como en 1989 con una disminución de 11 TWh. A principios del siglo XXI, se destacaron incrementos notables, como en 2010 con 15.8 TWh y en 2015 con un auge de 26.5 TWh. Sin embargo, algunos años trajeron disminuciones significativas, más recientemente en 2021 con una caída de 22.3 TWh. A pesar de este panorama, las más recientes adiciones solares en 2024 y 2025, con incrementos de 7.3 TWh y 9.6 TWh respectivamente, muestran un compromiso hacia la diversificación y el fortalecimiento de las energías limpias en Turquía. Es crucial que el país aproveche este impulso para asegurar una mayor estabilidad y crecimiento en su capacidad de generación baja en carbono.
Electrificación
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