En el periodo comprendido entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, el consumo de electricidad en Turquía muestra un claro predominio de los combustibles fósiles, que representan algo más del 52% del total. El carbón es la principal fuente entre estos, con una participación de aproximadamente 34%, seguido por el gas con casi 18%. En cambio, la generación de electricidad baja en carbono se mantiene cerca del 47%. La energía hidroeléctrica aporta un poco más del 22%, y junto con la energía eólica y solar, que suman alrededor del 19%, constituyen la mayor parte de la producción de energía sostenible en Turquía. La energía geotérmica y los biocombustibles, aunque presentes, ofrecen un porcentaje menor al 6% juntos. Es crucial que Turquía reduzca su dependencia de los combustibles fósiles para combatir el cambio climático y mejorar la calidad del aire.
Turquía tiene un gran potencial para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, especialmente a través de la expansión de la energia eólica, que ya representa una contribución significativa. Al observar el progreso de otros países, Turquía puede aprender de la experiencia de Dinamarca, donde la energía eólica constituye cerca del 59% de su generación eléctrica. Además, adoptar prácticas exitosas de países con una fuerte presencia de energía solar, como Chile y Grecia, ambos con alrededor del 22%, puede fortalecer su sector energético. La diversificación hacia estas formas de energía no solo apoyará la transición energética, sino que también ayudará a garantizar un suministro eléctrico limpio y confiable para el futuro.
La historia eléctrica de Turquía ha mostrado variaciones significativas en la generación de energía baja en carbono durante las últimas décadas. El enfoque inicial en la energía hidroeléctrica desde finales de los años 80 ha sido un pilar esencial. Sin embargo, la producción experimentó fluctuaciones, con significativos aumentos en años como 2010 y 2019, con incrementos de aproximadamente 16 y 29 TWh respectivamente, alternando con caídas notables como las de 2014 y 2021. En 2024, se observa un incremento positivo con más de 10 TWh provenientes de hidroeléctrica y una creciente contribución de solar con 9.3 TWh. Esta trayectoria subraya la importancia de apoyar y expandir continuamente la infraestructura de energías limpias para asegurar un futuro sostenible en el sector eléctrico.