En Serbia, la mayor parte de la electricidad proviene de fuentes basadas en combustibles fósiles, que comprenden más de dos tercios del total con el carbón contribuyendo de manera significativa con aproximadamente 64%. Sin embargo, cerca de un tercio de la generación de electricidad es baja en carbono, lo cual es positivo para el medio ambiente. La energía hidroeléctrica es la mayor fuente de energía limpia, proporcionando un 27% del total. La energía eólica contribuye de manera más modesta, con casi el 3%. Por otro lado, el gas, que también es un combustible fósil, representa casi un 4.5% del mix energético. Estas cifras reflejan una clara dependencia de fuentes de energía no sostenibles, lo que señala la necesidad de un cambio hacia la generación baja en carbono.
¿Está creciendo la electricidad en Serbia?
El consumo de electricidad por persona en Serbia ha disminuido, alcanzando los 5562 kWh en 2024, una caída respecto al récord anterior en 2023 que fue de 5764 kWh por persona. Más preocupante es la disminución en la generación de electricidad baja en carbono, que ha pasado de 1987 kWh por persona en 2023 a 1711 kWh en 2024. Esta disminución, tanto en el consumo total como en el de fuentes bajas en carbono, es un signo preocupante de que Serbia no está avanzando hacia un futuro energético sostenible. Esta tendencia descendente debe abordarse para asegurar la sostenibilidad energética y enfrentar retos como el cambio climático y la contaminación.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Serbia puede aprender de regiones exitosas que han priorizado la energía nuclear y eólica. Países como Francia, donde gran parte de la electricidad proviene de energía nuclear (68%), y estados como Iowa en los Estados Unidos, que obtiene más de la mitad de su electricidad de la energía eólica, son ejemplos inspiradores. Integrar más energía solar también sería beneficioso; países donde la energía solar representa un porcentaje significativo de la matriz energética pueden servir como modelos a seguir. Invertir en energía nuclear y eólica podría ayudar a Serbia a reducir su dependencia de combustibles fósiles, reducir las emisiones de carbono y construir un futuro energético más limpio y seguro.
Historia
La historia de la energía baja en carbono en Serbia muestra un patrón fluctuante, predominantemente impulsado por cambios en la generación hidroeléctrica. A principios de los años 1990, experimentó aumentos y disminuciones dramáticas: en 1991 se produjo un aumento de 2 TWh, seguido por un descenso en 1993. Los años 2000 vieron variaciones considerables, incluido un descenso de 2.1 TWh en 2000 y un repunte significativo en 2004. La última década muestra una tendencia similar de altos y bajos, con un notable incremento de 3.6 TWh en 2023. Sin embargo, el año 2024 vio una caída de 2.2 TWh. Esta volatilidad subraya la necesidad de diversificar y estabilizar el mix de energía baja en carbono para lograr un crecimiento sostenido en este sector vital.
Electrificación
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