En Serbia, el consumo de electricidad en 2024 está dominado en gran medida por los combustibles fósiles, representando más de dos tercios de la generación total, específicamente el carbón que cubre prácticamente dos tercios de esa cantidad. Por otro lado, la generación de electricidad baja en carbono, que contribuye a una porción significativa aunque menor del mix energético del país, representa un poco menos de un tercio de la producción eléctrica total. Dentro de esta categoría, la energía hidroeléctrica destaca con más de una cuarta parte del total. La energía eólica, aunque aún en desarrollo, representa una muy pequeña fracción del total, lo que deja ver un potencial de crecimiento en fuentes limpias alternativas.
¿Está creciendo la electricidad en Serbia?
El crecimiento del consumo de electricidad en Serbia ha experimentado un descenso reciente. En 2024, el consumo total per cápita fue de 5506 kWh, comparado con el récord anterior de 5764 kWh por persona en 2023, lo que refleja una disminución de 258 kWh por persona. Esta caída también afectó a la producción de electricidad baja en carbono, que disminuyó en 294 kWh comparado con el récord del año anterior. Este retroceso es motivo de preocupación, dado que el mundo necesita un incremento en la producción de electricidad, especialmente de fuentes limpias, para satisfacer la creciente demanda y acelerar la transición hacia energías más sostenibles.
Sugerencias
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Serbia podría aprender de países europeos con experiencias exitosas. Tomando como ejemplo Eslovaquia y Francia, que han logrado integrar en sus sistemas energéticos una alta proporción de energía nuclear, alcanzando más del 60% de su producción. La cercanía geográfica y similitud económica con países como Hungría y Eslovenia, donde el sector nuclear también juega un rol importante, presenta un caso de estudio atractivo para Serbia. Además, países como Dinamarca han demostrado que la energía eólica puede ser una parte crucial del sistema eléctrico, logrando niveles significativos. Implementar y expandir solar y nuclear podría ayudar a Serbia a no solo minimizar su dependencia de los combustibles fósiles sino a convertirse en un líder en la producción de energía limpia.
Historia
La historia de la generación de electricidad baja en carbono en Serbia ha visto altibajos, especialmente en energía hidroeléctrica, durante las últimas décadas. En la primera mitad de los años 90, la producción hidroeléctrica experimentó incrementos modestos, seguidos por caídas a principios de los 2000. Hubo un resurgimiento entre 2009 y 2010, aunque con una marcada disminución en 2011. Desde entonces, los cambios en generación hidroeléctrica han sido volátiles, destacando una notable caída en 2022 tras un aumento en 2023. Estas fluctuaciones subrayan la necesidad urgente de Serbia de diversificar sus fuentes de energía baja en carbono a través de inversiones en nuclear y solar, para garantizar un suministro energético más fiable y sostenible en el largo plazo.
Electrificación
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