En 2023, el consumo de electricidad en Serbia está dominado por los combustibles fósiles, que representan casi dos tercios del total con un 64.86%. El principal contribuyente es el carbón, con más del 61% de la generación eléctrica. En contraste, la generación de electricidad baja en carbono se sitúa en el 35.14%. Dentro de esta categoría, la energía hidroeléctrica es la más significativa, proporcionando casi un 32%, mientras que la energía eólica contribuye con un pequeño porcentaje de 2.47%. El gas, aunque fósil, aporta un 3.28% a la combinación energética del país.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Serbia puede aprender de la experiencia de países que han tenido éxito en la implementación de tecnologías nucleares y eólicas. Países como Francia y Eslovaquia generan más del 60% de su electricidad a partir de la energía nuclear, mostrando el gran potencial de esta fuente energética. También hay ejemplos relevantes en la región, como Bulgaria y Eslovenia, que obtienen alrededor del 40% de su electricidad de plantas nucleares. En cuanto a la energía eólica, Dinamarca es un referente con más de la mitad de su electricidad generada por el viento, mientras que países como Alemania y el Reino Unido han logrado cifras significativas con el 27% y 26% respectivamente. Serbia debería considerar el desarrollo de plantas nucleares y parques eólicos para diversificar y descarbonizar su matriz energética.
La historia de la electricidad baja en carbono en Serbia muestra fluctuaciones significativas especialmente en la producción de energía hidroeléctrica. En la década de 1990, hubo varios aumentos importantes, como en 1991 y 1996, pero también notables descensos en 1993 y 1997. Entre 2000 y 2010, la tendencia continuó con altibajos. Hubo años de descenso considerables, como en 2000 (-2.1 TWh) y 2007 (-0.9 TWh), y de recuperación, como en 2004 (1.9 TWh) y 2010 (1.4 TWh). En la última década, un patrón similar se repitió con aumentos en 2013 y 2021 pero también descensos acentuados en 2011 (-3.2 TWh) y 2022 (-2.6 TWh). Es notable el aumento más reciente de 2023, cuando la producción hidroeléctrica aumentó significativamente en 3.5 TWh, indicando el potencial de esta fuente baja en carbono si se gestiona adecuadamente.