En Samoa, durante el año 2022, el consumo de electricidad se caracterizó principalmente por un uso predominante de combustibles fósiles, que representaron más de dos tercios, con un 68% del total de la electricidad generada. Las fuentes de electricidad baja en carbono, como la energía hidroeléctrica y solar, juntas sumaron el 32% restante. Dentro de esta categoría, la energía hidroeléctrica contribuyó con un poco más de una quinta parte del total, mientras que la energía solar agregó aproximadamente una décima parte. Este uso significativo de energías limpias marca un paso importante hacia la sostenibilidad, pero también resalta la necesidad de continuar aumentando la cuota de electricidad baja en carbono para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, conocidos por sus impactos negativos en el cambio climático y la contaminación del aire.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Samoa podría considerar la expansión de las tecnologías solares, dado que estas ya desempeñan un papel importante en su matriz energética. Mirando ejemplos internacionales, países como Uruguay han logrado obtener más de un tercio de su electricidad a partir de energía eólica, lo cual puede servir como una inspiración cercana debido a su tamaño y contexto similar en términos de recursos naturales. Además, Samoa podría beneficiarse de desarrollar estrategias inspiradas en el éxito de países que han integrado grandes cantidades de energía eólica, como Dinamarca e Irlanda. Estas naciones han demostrado que es posible aumentar significativamente la proporción de energías limpias en su matriz eléctrica nacional, proporcionando un camino hacia un futuro más sustentable.
A lo largo de los años, Samoa ha mostrado una consistencia constante en su generación de energía hidroeléctrica, sin cambios significativos en la producción durante los primeros años de este siglo, desde 2001 hasta 2018. En 2015, comenzó la incorporación de la energía solar, aunque esta inicialmente no mostró cambios significativos en su producción. La estabilidad en la contribución de la energía hidroeléctrica destaca una base sólida sobre la que Samoa podría continuar expandiendo sus instalaciones solares. Esta historia refleja un enfoque gradual hacia la diversificación y el crecimiento de su capacidad de generación de electricidad limpia, lo cual es vital para enfrentar los desafíos medioambientales actuales y futuros.