En 2021, la gran mayoría de la electricidad consumida en Hong Kong, SAR China, aproximadamente un 74%, provino de combustibles fósiles. Casi la mitad de esta energía, concretamente un 44%, se generó a partir del carbón, mientras que el gas representó poco más de un tercio del consumo total, situándose en el 30%. Las importaciones netas de electricidad abarcaron algo más de una cuarta parte del total, con un porcentaje del 26%.
Para aumentar su generación de electricidad baja en carbono, Hong Kong puede tomar ejemplos de otros países similares que han tenido éxito en este ámbito. Por ejemplo, Francia y Eslovaquia han incorporado la energía nuclear como la principal fuente de generación de electricidad, representando el 66% y 61% respectivamente. Por otro lado, Dinamarca y Uruguay han logrado que cerca del 60% y 40% respectivamente de su electricidad provenga de la energía eólica. Éstas podrían ser opciones viables para Hong Kong, y la implementación de tecnologías similares podría disminuir su dependencia de los combustibles fósiles.
La historia de la electricidad baja en carbono en Hong Kong ha sido desalentadora en los últimos años. A partir de 2006, tanto la generación de energía eólica como la de biocombustibles han permanecido constantes en cero durante más de una década. A esto se sumó la energía solar en 2011, que también ha permanecido sin cambios hasta al menos 2019. Este patrón muestra la falta de inversión y desarrollo en energías limpias y bajas en carbono, y subraya la necesidad de que Hong Kong tome medidas para diversificar su matriz energética y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.