En 2022, el estado actual del consumo de electricidad en Panamá muestra una predominancia de energía baja en carbono. Más de las tres cuartas partes de la electricidad generada proviene de fuentes limpias, con la energía hidroeléctrica representando alrededor del 69%. Esto deja una proporción menor a casi el 22% que se genera a partir de combustibles fósiles, desglosándose en gas con un 13%, carbón con un poco más del 4% y petróleo con alrededor del 4%. Además, la energía solar y eólica contribuyen al conjunto de bajas en carbono con casi el 5% y alrededor del 4%, respectivamente.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Panamá puede aprender de otros países que han tenido éxito en este campo. Por ejemplo, Uruguay genera más de un tercio de su electricidad a partir de energía eólica, y España también tiene una proporción significativa tanto de energía eólica como solar. Panamá podría beneficiarse al promover proyectos de energía eólica y solar. Además, aunque la energía nuclear actualmente no se usa en Panamá, podría ser una opción a considerar dado que países como Francia y Eslovaquia generan más del 60% de su electricidad de fuentes nucleares. Esto ayudaría a disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y sus impactos negativos como el cambio climático y la contaminación del aire.
La historia de electricidad baja en carbono en Panamá, especialmente la hidroeléctrica, muestra fluctuaciones a lo largo de los años. En las décadas de 1980 y 1990, hubo un crecimiento constante con incrementos significativos en varios años, como en 1984 y 1996. Sin embargo, también hubo años de declive, como en 1998 y 2001. Más recientemente, entre 2012 y 2022, la generación hidroeléctrica ha tenido algunos de sus mayores incrementos, especialmente en años como 2012, 2015 y 2020, aunque también hubo descensos notables en 2019. En general, la tendencia reciente indica un aumento en el uso de energía hidroeléctrica, con la oportunidad de seguir mejorando y diversificando las fuentes limpias de energía.