En Nueva Caledonia, el consumo de electricidad en 2022 mostró una dependencia considerable de los combustibles fósiles. Más de dos tercios de la electricidad generada provino de fuentes fósiles, siendo el carbón el mayor contribuyente, representando la mitad de ese grupo. Clase baja en carbono, las fuentes limpias representaron poco más de una cuarta parte del consumo total, donde la energía hidroeléctrica lideró con más de un sexto de la producción total de electricidad, seguida por la solar y la eólica, con casi un diez por ciento y un escaso uno por ciento, respectivamente. Este panorama subraya la necesidad urgente de una transición hacia un sistema eléctrico más limpio y sostenible para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y sus implicaciones ambientales.
¿Está creciendo la electricidad en Nueva Caledonia?
El consumo de electricidad en Nueva Caledonia ha experimentado una disminución preocupante en los últimos años. En 2022, el consumo total per cápita fue de 10763 kWh, una reducción significativa en comparación con el récord anterior de 2018. Sin embargo, hay una nota positiva en cuanto a la electricidad baja en carbono, la cual alcanzó su nivel más alto en 2022 con 2821 kWh por persona, superando el récord anterior de 2021. Esto muestra que, si bien la demanda general está disminuyendo, hay un impulso bienvenido hacia una mayor generación de electricidad sostenible. No obstante, la disminución en el consumo total es un recordatorio de que es vital fomentar el crecimiento del consumo eléctrico, especialmente a partir de fuentes limpias.
Sugerencias
Para impulsar la generación de electricidad baja en carbono, Nueva Caledonia podría aprender de países y regiones que han tenido éxito en este ámbito. Francia y Eslovaquia han demostrado el poder de la energía nuclear, generando la mayoría de su electricidad con esta fuente baja en carbono. Asimismo, Iowa y Dakota del Sur han aprovechado la energía eólica de manera efectiva. La adopción de la energía solar, como en Líbano y Grecia, también ofrece un camino viable según los datos mostrados. La implementación de estas soluciones podría ser fundamental para aumentar la participación de la electricidad limpia, asegurar el crecimiento de la oferta eléctrica, y mitigar los efectos negativos del cambio climático y la contaminación del aire.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Nueva Caledonia muestra un progreso modesto pero constante. Desde principios de la década de 2000, la energía hidroeléctrica ha tenido fluctuaciones menores, sin cambios significativos en la mayoría de los años, pero con una tendencia positiva en años recientes, especialmente en 2022. La energía solar comenzó a contribuir significativamente en 2019, con incrementos notables en los últimos años. Aunque estos incrementos son positivos, reflejan que para una transformación más impactante en el sector eléctrico de Nueva Caledonia, es crucial un enfoque más enfático y decidido hacia la expansión de la electricidad baja en carbono en las próximas décadas.