En el año 2024, el consumo de electricidad en Montenegro se compone de una proporción significativa de fuentes bajas en carbono y combustibles fósiles. Más de la mitad de la electricidad proviene de fuentes limpias, específicamente, un 59.31%. La energía hidroeléctrica es la más dominante dentro de esta categoría, contribuyendo con casi un 49.2%. Las energías eólica y solar también juegan un papel, aunque de manera más modesta, con aproximadamente un 8% y 2% respectivamente. Por otro lado, el carbón, que es un combustible fósil, representa un 39.1% del consumo eléctrico, indicando una fuerte dependencia de este recurso. Las importaciones netas de electricidad son bastante bajas, sumando apenas un 1.6%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Montenegro puede aprender de otros países que han tenido éxito en este campo. Francia, Eslovaquia y Ucrania, por ejemplo, generan la mayoría de su electricidad a partir de energía nuclear, con porcentajes que superan el 50%. Montenegro podría considerar la inversión en tecnología nuclear para diversificar sus fuentes de energía limpia. En cuanto a la energía eólica, Dinamarca es un ejemplo notable, generando el 52% de su electricidad mediante energía eólica. Dada la geografía de Montenegro, explorar tanto las oportunidades eólicas como solares podría ser beneficioso. También, países como Grecia y España han potenciado la energía solar, superando el 20% de su matriz energética, lo que podría ser una estrategia viable para Montenegro.
Mirando hacia atrás, el historial de electricidad baja en carbono en Montenegro ha estado marcado principalmente por fluctuaciones en la producción hidroeléctrica. En la primera década de los 2000, se observa variabilidad con algunos años de disminución, como en 2006 y 2011, donde las disminuciones fueron de -0.1 y -1.5 TWh respectivamente. Hubo recuperaciones notables a partir de 2008 y en 2013, con incrementos de 0.5 y 1 TWh. Más recientemente, desde 2018, la energía hidroeléctrica ha experimentado un notable repunte en 2018 con 1.1 TWh, aunque esto ha ido seguido de algunas disminuciones menores en los años siguientes. La inclusión de energía eólica en 2019 marcó una nueva fase, aportando una ligera pero importante suma al mix energético del país.