En el año 2023, el consumo de electricidad en Marruecos muestra una clara dependencia de los combustibles fósiles, que representan más de tres cuartas partes del total, siendo el carbón el mayor contribuyente con más del 60%. La electricidad baja en carbono, que incluye principalmente la energía eólica y solar, representa casi una cuarta parte, evidenciando un enfoque emergente hacia formas más limpias de generación de electricidad. En particular, la energía eólica tiene una destacada participación dentro del grupo de bajas emisiones, generando casi el 15% de la electricidad, mientras que la solar aporta alrededor del 5%. Por otro lado, la energía hidroeléctrica contribuye con una cantidad mucho menor, poco más del 1%, y las importaciones netas de energía completan el panorama con poco más del 4%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Marruecos puede expandir aún más su infraestructura eólica, dado que ya ha tenido éxito en este ámbito. Además, Marruecos puede aprender de países como Dinamarca y Uruguay, donde la energía eólica representa casi un tercio o más de su generación de electricidad total. Además, observar cómo Grecia y Chile han hecho avances significativos en la generación de energía solar podría proporcionar estrategias valiosas para mejorar las capacidades solares en Marruecos. Otra medida sería explorar el potencial de la energía nuclear, que ha demostrado ser una fuente confiable de energía baja en carbono en lugares como Francia y Eslovaquia.
A lo largo de las últimas décadas, Marruecos ha experimentado varios cambios en su generación de electricidad baja en carbono. Durante los años 90 y principios del 2000, la fluctuación en la generación de energía hidroeléctrica fue evidente, con años de incremento seguidos por descensos marcados. Sin embargo, a partir del 2013, el país comenzó a ver un desarrollo significativo en la energía eólica, con incrementos constantes en su generación, acompañado por un crecimiento constante en la energía solar desde 2018. En 2023, estos esfuerzos han continuado, con incrementos notables en ambas áreas, destacando un claro compromiso hacia la expansión de la capacidad de energía limpia y sostenible en Marruecos.