En 2023, Laos presenta un panorama energético donde más de tres cuartos de su electricidad proviene de fuentes bajas en carbono, con la energía hidroeléctrica siendo casi la totalidad de esta, representando un 76.48%. El resto de la electricidad, un poco más de una quinta parte, se genera a partir de combustibles fósiles, específicamente carbón, que representa el 23.29% del total. Esta alta dependencia de fuentes bajas en carbono es relevante en el contexto de los esfuerzos globales hacia una transición energética sustentable. No obstante, la dependencia casi exclusiva de la energía hidroeléctrica presenta desafíos en términos de resiliencia y diversificación de fuentes energéticas.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Laos podría mirar hacia la diversificación mediante la inclusión de energía eólica y solar, siguiendo ejemplos exitosos de otros países. Por ejemplo, Dinamarca y Uruguay, que han logrado generar más del 50% y 28% de su electricidad, respectivamente, a partir de energía eólica. Por otro lado, países como Líbano han alcanzado un 31% de generación solar. Además, aunque Laos no tiene centrales nucleares significativas por el momento, puede estudiar el caso de naciones como Francia y Eslovaquia, en las que la energía nuclear representa más de la mitad de su generación eléctrica. Aprender de estos casos exitosos mediante políticas de apoyo, infraestructura adecuada y tecnología podría proporcionar caminos viables para aumentar la capacidad de una matriz energética limpia y diversificada.
La historia de la generación eléctrica baja en carbono en Laos ha estado marcada principalmente por el desarrollo de la energía hidroeléctrica. A finales de los años 90, hubo periodos de incremento constante con aumentos de hasta 1 TWh por año. La década de 2000 presentó una alternancia de fortunas con algunos años de declive seguidos por incrementos significativos como los observados en 2010, cuando la generación aumentó en 5 TWh. En los años recientes desde 2016, ha habido un notable crecimiento en la capacidad hidroeléctrica, como en 2020 con un impresionante incremento de 8.8 TWh, hasta el año presente con un aumento de 1.3 TWh. Estos desarrollos han sido fundamentales para posicionar a Laos en un camino hacia una matriz eléctrica más limpia y menos dependiente de los combustibles fósiles.