En 2024, el estado del consumo de electricidad en Kirguistán muestra un fuerte enfoque en la energía limpia, especialmente a través de la energía hidroeléctrica, que representa más de dos tercios (67.6%) del suministro eléctrico. La dependencia de los combustibles fósiles es relativamente baja, con menos de un octavo (12.74%) del suministro proveniente de estas fuentes. El carbón, en particular, representa aproximadamente el 11% del total. Además, casi una quinta parte de la electricidad se obtiene a través de importaciones netas. El enfoque evidente en la energía hidroeléctrica destaca un compromiso hacia alternativas bajas en carbono, pero también indica una dependencia significativa de esta única fuente de energía limpia.
¿Está creciendo la electricidad en Kirguistán?
Sin embargo, el crecimiento de la electricidad en Kirguistán presenta una imagen preocupante. La última cifra de consumo total de electricidad es de aproximadamente 2963 kWh por persona, lo que representa una disminución de 565 kWh comparado con el récord histórico de 1990. En términos de generación de electricidad baja en carbono, la situación no es más alentadora; la última cifra está por debajo del récord del año 2000 en 693 kWh por persona. Estos descensos en los niveles de consumo y generación de electricidad baja en carbono son preocupantes, especialmente cuando se considera la creciente necesidad de electricidad para sostener el crecimiento económico y el avance tecnológico.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Kirguistán podría beneficiarse de explorar el potencial de la energía solar y nuclear, siguiendo el ejemplo de países exitosos en estos campos. Por ejemplo, Armenia obtiene aproximadamente un 30% de su electricidad de fuentes nucleares, mientras que Líbano alcanza un 31% de generación solar. La adaptación de estas tecnologías podría diversificar la matriz energética de Kirguistán, aumentar la capacidad de generación y reducir aún más la dependencia de las importaciones y los combustibles fósiles. Aprender de estos países puede ser clave para asegurar un futuro energético más limpio y sostenible.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Kirguistán, centrándose principalmente en la energía hidroeléctrica, ha tenido sus altibajos a lo largo de los años. A mediados de la década de 1990, se experimentaron aumentos significativos, como en 1994 y 1999, con incrementos notorios en la producción hidroeléctrica. Sin embargo, la década de 2000 vio caídas notables, especialmente en 2002 y 2008, lo que destaca la volatilidad en este sector. Más recientemente, en 2017 y 2024, ha habido incrementos positivos, sugiriendo un renovado enfoque en mejorar la generación hidroeléctrica. Estos patrones históricos resaltan la necesidad de estabilizar y aumentar consistentemente la generación baja en carbono en el país para enfrentar los desafíos energéticos futuros.
Electrificación
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