En el año 2024, el panorama del consumo de electricidad en Kazajistán muestra una fuerte dependencia de los combustibles fósiles. Más de la mitad de la electricidad proviene del carbón, seguido de cerca de un tercio que se obtiene del gas, sumando en conjunto alrededor de 84% del suministro total de electricidad. En contraste, las fuentes de electricidad bajas en carbono, que incluyen energía hidroeléctrica, eólica y solar, representan casi el 15% del total. Específicamente, la energía hidroeléctrica contribuye con casi el 10%, mientras que la energía eólica y solar representan algo menos del 4% y 2% respectivamente. Las importaciones netas de electricidad son marginales, cercanas al 1%.
¿Está creciendo la electricidad en Kazajistán?
El consumo de electricidad per cápita en Kazajistán ha experimentado algunos cambios a lo largo de las décadas, pero en 2024 se situó en 5878 kWh por persona, un descenso en comparación con el récord de 6105 kWh por persona alcanzado en 1990. Este descenso es preocupante, especialmente frente a la creciente necesidad de electricidad para impulsar el desarrollo económico y satisfacer las demandas de la electrificación. Sin embargo, es alentador observar que la generación de electricidad baja en carbono ha aumentado, pasando de 708 kWh por persona en 2023 a 867 kWh por persona en 2024. Este crecimiento indica un avance en la dirección correcta, aunque es esencial seguir aumentando esta proporción para reducir las emisiones de carbono y mejorar la sostenibilidad.
Sugerencias
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Kazajistán podría aprender de las experiencias exitosas de otros países. Por ejemplo, Francia y Ucrania han logrado integrar de manera efectiva la energía nuclear en su matriz energética, generando alrededor del 68% y 55% de su electricidad, respectivamente, a partir de este recurso limpio. Otra lección valiosa podría obtenerse de Dinamarca, donde la energía eólica representa más del 50% de su generación eléctrica. Dada la geografía y los recursos naturales de Kazajistán, expandir tanto la energía nuclear como la capacidad eólica podría ser una estrategia efectiva para diversificar las fuentes de energías y asegurar un futuro energético más sostenible.
Historia
El recorrido histórico de la electricidad baja en carbono en Kazajistán ha sido mixto. En la década de 1980, se observó un crecimiento notable en la generación de energía hidroeléctrica, pero la década de 1990 fue testigo de fluctuaciones, incluyendo descensos en la producción hidroeléctrica en los años 1995 a 1997. Sin embargo, del año 2000 en adelante, hubo un resurgimiento con incrementos importantes en varios años, como en 2010, 2015 y 2016. En la década de 2020, además de un incremento considerable de la energía eólica en 2023 y 2024, la energía solar comenzó a contribuir de manera tangible a partir de 2020. A pesar de ciertos altibajos, estos avances marcan un camino hacia un futuro más verde, que debería ser potenciado con estrategias claras para expandir las capacidades nucleares y solares.
Electrificación
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