En 2024, el consumo de electricidad en Kazajistán presenta una significativa dependencia de los combustibles fósiles. Más de la mitad de la electricidad, aproximadamente un 84%, proviene de fuentes como el carbón y el gas, con el carbón representando alrededor del 55% y el gas más del 27%. Por otro lado, la generación de electricidad baja en carbono, que es esencial para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, apenas alcanza un 15%. Dentro de esta categoría, la energía hidroeléctrica contribuye con cerca del 9%, mientras que la eólica y la solar suman aproximadamente un 5%. Las importaciones netas de electricidad son escasas, alcanzando poco más del 1%. Este alto porcentaje de dependencia en combustibles fósiles es preocupante y resalta una urgente necesidad de transición hacia fuentes más limpias.
¿Está creciendo la electricidad en Kazajistán?
En términos de crecimiento de la electricidad, la situación en Kazajistán no parece estar mejorando significativamente, y la diferencia entre el máximo histórico y la situación actual sugiere un leve decrecimiento. En el año 2024, el consumo total de electricidad fue de 5802 kWh por persona, lo que representa una caída de 303 kWh por persona comparado con el máximo histórico de 1990. Sin embargo, hay un motivo de optimismo en el aumento de la generación de electricidad baja en carbono, que alcanzó 855 kWh por persona, un incremento notable de 147 kWh por persona desde 2023. Este aumento en la generación limpia es positivo y debería ser un área clave para futuras inversiones.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Kazajistán debería considerar la expansión de la energía solar y nuclear, tomando como referencia las experiencias exitosas de otras regiones. Países como Francia y Eslovaquia han demostrado gran éxito con la energía nuclear, generando hasta un 69% y un 64% de su electricidad a partir de esta fuente, respectivamente. En términos de energía eólica, Iowa y Dakota del Sur en Estados Unidos sirven como ejemplos notables, con más del 60% de su electricidad proveniente del viento. Estas iniciativas pueden servir de modelo para Kazajistán, que podría beneficiarse significativamente al invertir más en estas tecnologías limpias y eficientes.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Kazajistán muestra algunos altibajos significativos. Durante los años 80 y 90, la energía hidroeléctrica experimentó leves fluctuaciones, con incrementos constantes seguidos por decrementos. A inicios del siglo XXI, esta tendencia continuó, pero con algunos aumentos notables alrededor de 2010 y 2016. En los últimos años, se ha visto un incremento más firme en tecnologías eólicas y solares, con un aumento en generación eólica desde 2021 y solar a partir de 2020. Sin embargo, es evidente que el país aún necesita mucho más impulso en su desarrollo de energía baja en carbono para reducir la dependencia de combustibles fósiles y mejorar su huella ecológica.
Electrificación
Estimamos el grado de electrificación comparando las emisiones de electricidad y energía total. Más sobre metodología.