Durante el período de 12 meses entre julio de 2023 y junio de 2024, el consumo de electricidad en Kazajistán se ha caracterizado por una alta dependencia de los combustibles fósiles, que representan más del 86% de la electricidad generada. Dentro de esta categoría, el carbón es la mayor fuente, contribuyendo con casi dos tercios del total, mientras que el gas aporta el 20%. En contraste, la proporción de electricidad proveniente de fuentes bajas en carbono es significativamente menor, siendo solo un poco menos del 14%. La energía hidroeléctrica representa aproximadamente el 9%, la energía eólica alrededor del 4% y la solar cerca del 2%. Esta gran dependencia de los combustibles fósiles tiene un impacto negativo en el medio ambiente, contribuyendo tanto al cambio climático como a la contaminación del aire.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Kazajistán puede aprender de otros países que tienen una exitosa implementación de energías sostenibles. Por ejemplo, países como Francia y Eslovaquia generan más de la mitad de su electricidad mediante energía nuclear, una opción que Kazajistán debería considerar para mejorar su mix energético. Además, países como Dinamarca y Uruguay han logrado generar más de un tercio de su electricidad a través de la energía eólica. Estos ejemplos demuestran que con la correcta inversión y políticas, es posible reducir significativamente la dependencia de los combustibles fósiles y aumentar el uso de energías limpias y sostenibles.
A lo largo de la historia reciente, la electricidad baja en carbono en Kazajistán ha mostrado varias fluctuaciones, especialmente en lo que respecta a la energía hidroeléctrica. A finales de los años 80, la producción hidroeléctrica aumentó de manera constante, y este crecimiento continuó con altibajos en los años 90 y principios de los 2000. Sin embargo, hubo años con disminuciones significativas, como en 1995 y 1996. En la última década, la generación de energía hidroeléctrica ha experimentado algunos aumentos importantes, como en 2016 y más recientemente en 2023/2024. Además, en los últimos años, se ha comenzado a ver un crecimiento en la energía solar y eólica, con incrementos considerables en 2020 y 2023, respectivamente. Estos desarrollos marcan un progreso en la diversificación del mix energético hacia fuentes más limpias y sostenibles.