Durante el período de julio de 2024 a junio de 2025, la situación del consumo de electricidad en Kazajistán muestra una fuerte dependencia de los combustibles fósiles, con más de cuatro quintas partes del total (alrededor del 85%) provenientes de fuentes como el carbón y el gas. Específicamente, el carbón contribuye con más de la mitad de la producción, mientras que el gas representa casi un tercio. En contraste, la producción de electricidad baja en carbono, que incluye fuentes limpias como la energía hidroeléctrica, eólica y solar, representa poco más del 15%. La energía hidroeléctrica es la principal fuente baja en carbono, proporcionando aproximadamente el 10%, mientras que la energía eólica cubre cerca del 4% y la solar menos del 2%. Esta proporción ilustra la necesidad de una transición más significativa hacia fuentes bajas en carbono para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
¿Está creciendo la electricidad en Kazajistán?
En cuanto al crecimiento del consumo de electricidad en Kazajistán, hay signos de estancamiento y preocupación. La última cifra de consumo total de electricidad es de 5747 kWh por persona, todavía por debajo del récord histórico de 1990 de 6105 kWh por persona. Aunque hay un moderado aumento en la generación baja en carbono, alcanzando 874 kWh por persona en 2025, superando el récord anterior de 2024 por solo 19 kWh, el panorama general sigue mostrando una dependencia significativa de los combustibles fósiles. Este leve incremento en la generación baja en carbono es alentador, pero no suficiente para contrarrestar la caída general en el consumo total basada en los niveles de una era anterior.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Kazajistán puede aprender de regiones exitosas en el uso de energía solar y nuclear. Por ejemplo, Francia y Eslovaquia generan la mayoría de su electricidad a partir de energía nuclear, alcanzando el 69% y 64% respectivamente. Estos países demuestran cómo una infraestructura nuclear robusta puede ser fundamental en la transición energética. Además, estados como Nevada han mostrado avances significativos en energía solar, generando hasta el 29% de su electricidad a partir de esta fuente. La diversificación y expansión hacia bases sólidas en energía eólica y solar, como se refleja en estos ejemplos, junto con la fortaleza de la energía nuclear, pueden permitir a Kazajistán avanzar hacia un sistema eléctrico más limpio y sostenible.
Historia
La historia de la generación eléctrica baja en carbono en Kazajistán muestra una evolución interesante. En los inicios de los años 1980 y 1990, la energía hidroeléctrica experimentó incrementos significativos, aunque también hubo caídas notables a mediados de los años 1990 y fines de los 2000. Un resurgimiento en energía hidroeléctrica se produjo en 2010, 2015 y especialmente en 2024, con un aumento de 2,5 TWh. Desde el año 2020, la incorporación de energía solar e eólica comenzó a cobrar importancia, con un crecimiento constante en la última década, especialmente en los años 2021 y 2023, cuando la generación eólica aumentó en 0,7 y 1,3 TWh, respectivamente. Esta evolución destaca la oportunidad para un enfoque más amplio y sostenido en la promoción de energías limpias para garantizar un futuro energético sostenible.
Electrificación
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