En Fiyi, el estado actual del consumo eléctrico se caracteriza por una combinación de energías limpias y de combustibles fósiles. Más de la mitad de la electricidad proviene de fuentes de baja en carbono, alcanzando aproximadamente el 63.5%. Dentro de estas energías limpias, la energía hidroeléctrica domina con poco más del 52%, mientras que los biocombustibles aportan poco más del 10%. Sin embargo, los combustibles fósiles aún representan una parte significativa, cubriendo aproximadamente un 36.5% del total eléctrico. Este equilibrio entre lo limpio y lo fósil refleja tanto los esfuerzos hacia la sostenibilidad como las áreas donde aún hay margen para avanzar.
¿Está creciendo la electricidad en Fiyi?
En términos de crecimiento eléctrico, la situación actual de Fiyi parece estar estancada o incluso en ligera regresión. En 2023, el consumo total de electricidad se situó en 1244 kWh por persona, un descenso respecto al récord de 1246 kWh por persona establecido en 2019. Este ligero retroceso podría ser preocupante, especialmente considerando la necesidad de ampliar la generación de electricidad para satisfacer la creciente demanda futura. Por otro lado, hay un progreso positivo en lo que respecta a la generación de electricidad baja en carbono, que ha alcanzado un récord de 790 kWh por persona en 2023, superando el anterior récord de 2020 por 47 kWh por persona. Se presenta una clara oportunidad para concentrarse en el desarrollo de esta área para garantizar un crecimiento sostenible.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Fiyi puede aprender de otros países que han implementado con éxito estrategias de energía limpia. La expansión de la energía eólica y solar podría replicar lo que lugares como Dinamarca y Alemania han logrado con el viento, mientras que la energía nuclear, que ha sido ampliamente adoptada en países como Francia y Eslovaquia, representa un camino viable. Sin embargo, es crucial que Fiyi considere tanto la expansión solar como la nuclear, dadas las condiciones adecuadas de radiación solar en la región. Implementar estas tecnologías puede acercar al país a un futuro de energía más limpia y sostenible.
Historia
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Fiyi, se observa un desarrollo gradual a lo largo de las últimas décadas, especialmente en energía hidroeléctrica y biocombustibles. Durante los años 1980, la energía hidroeléctrica experimentó un incremento de 0.3 TWh en 1984, y aunque sufrió algunas caídas en años posteriores, se estabilizó con pequeños crecimientos de 0.1 TWh en varias ocasiones hasta 2018. Paralelamente, los biocombustibles comenzaron a ganar terreno en la década de 2000, mostrando incrementos en 2000 y 2018. Aunque estos aumentos son modestos, reflejan un compromiso constante con las energías limpias que debería reforzarse mediante el desarrollo de la energía solar y nuclear en el futuro.