En 2022, la situación del consumo de electricidad en Corea del Norte muestra una inclinación hacia la generación de electricidad de baja en carbono. Más de la mitad (cerca del 58%) de la electricidad proviene de fuentes limpias, principalmente de energía hidroeléctrica. En comparación, los combustibles fósiles, y en particular el carbón, representan un poco más del 42% de la generación eléctrica. En este contexto, la dependencia del carbón sigue siendo significativa, alcanzando casi el 40% de la electricidad producida. Este enfoque hacia las energías bajas en carbono refleja un esfuerzo considerable por reducir las emisiones de carbono, aunque todavía existe una fuerte dependencia de las fuentes de energía fósil.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Corea del Norte puede observar modelos exitosos de otros países. Francia y Eslovaquia han demostrado que la energía nuclear es una excelente opción para alcanzar un alto porcentaje de energía limpia, generando respectivamente 67% y 60% de su electricidad de esta manera. Además, Dinamarca y Uruguay han logrado una proporción significativa de energía eólica, con el 59% y el 36%, respectivamente. Corea del Norte, por tanto, podría considerar la diversificación de sus fuentes de energía baja en carbono potenciando tanto la energía nuclear como la eólica y siguiendo los ejemplos exitosos en otros países.
El historial de generación de electricidad baja en carbono en Corea del Norte ha evidenciado altibajos a lo largo de las décadas. Durante los años 80, se registraron aumentos graduados en la generación hidroeléctrica, pero a partir de la década de los 90, surgieron periodos de declive, como se observó en 1992 y 1993 cuando la producción disminuyó significativamente. En años más recientes, como 2021, la generación hidroeléctrica experimentó un repunte notable, aumentando en 3.3 TWh, aunque en 2022 volvió a descender por una cantidad similar. Este patrón fluctuante en generación hidroeléctrica subraya la necesidad de estabilizar y diversificar las fuentes de energías limpias para asegurar una oferta eléctrica sostenible y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.