En 2022, el consumo de electricidad en Corea del Norte estuvo compuesto principalmente por electricidad baja en carbono, con más de la mitad del total proveniente de este tipo de fuentes. De este porcentaje, la energía hidroeléctrica representa casi toda la generación baja en carbono, contribuyendo con alrededor del 63%. Por otro lado, los combustibles fósiles, predominantemente el carbón, se encargan de aproximadamente el 37% restante de la generación eléctrica. El país aún depende considerablemente del carbón, que representa casi todo el uso de combustibles fósiles, mientras que otras fuentes de combustibles fósiles no tienen una presencia significativa en la matriz eléctrica.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Corea del Norte podría aprender de países exitosos como Francia y Eslovaquia, donde la energía nuclear proporciona más del 60% de la electricidad. La implementación y expansión de la energía nuclear podría ser un camino viable, ya que esta fuente proporciona una generación de electricidad estable y libre de emisiones de carbono. Además, Corea del Norte podría considerar la expansión de eólica y solar, tomando ejemplos de países como Dinamarca e Irlanda, donde estas tecnologías desempeñan un papel significativo en su matriz eléctrica. La diversificación hacia otras fuentes limpias como la energía solar, aprovechando sus bajos costos de implementación, también puede contribuir a una matriz más sostenible.
Históricamente, la generación de electricidad baja en carbono en Corea del Norte ha estado marcada por fluctuaciones en la energía hidroeléctrica. En la década de 1980, hubo un período de crecimiento constante en la generación hidroeléctrica, con un aumento regular de uno a dos TWh. Sin embargo, en los años 90 se evidenció una notable disminución en la producción hidroeléctrica. Durante la década del 2000 y 2010, la generación experimentó variaciones, con algunos incrementos ocasionales seguidos por caídas considerables. No obstante, en los últimos años, hubo un notable incremento en 2021, lo que indica un renovado interés por fortalecer esta fuente de energía. Estos datos históricos resaltan la necesidad de considerar una mezcla diversificada de energías limpias, como la nuclear y la solar, para mejorar la estabilidad y sostenibilidad del suministro eléctrico del país.