En 2022, el consumo de electricidad en Bielorrusia estaba dominado por los combustibles fósiles, que representaban más de cuatro quintas partes del total, específicamente el 84%. La mayor parte provenía del gas, que constituía casi el 80% de toda la electricidad generada. En contraste, la proporción de electricidad baja en carbono era únicamente del 16%, con la energía nuclear como la mayor contribuyente en este grupo, generando aproximadamente un 12% del total. Las contribuciones de biocombustibles, energía hidroeléctrica, y otras fuentes bajas en carbono sumaban un pequeño porcentaje, evidenciando que la transición hacia fuentes más limpias aún es incipiente en el país.
Para mejorar la generación de electricidad baja en carbono, Bielorrusia podría considerar la ampliación de su infraestructura nuclear existente, dado su papel dominante dentro de las fuentes de energía limpia en el país. Otros países, como Francia y Eslovaquia, han logrado un cambio significativo hacia la energía nuclear, cubriendo más de la mitad de sus necesidades de electricidad con esta fuente. Para diversificar sus fuentes, Bielorrusia también podría estudiar el éxito de las naciones en la utilización de energía eólica, como Dinamarca y Alemania, donde una parte significativa del suministro eléctrico proviene de este tipo de energía. Adoptar estrategias exitosas y tecnologías probadas en estos países podría ayudar a Bielorrusia a reducir su dependencia de los combustibles fósiles, disminuyendo al mismo tiempo su huella de carbono.
La historia de la electricidad baja en carbono en Bielorrusia muestra un crecimiento errático, pero con algunos avances notables en ciertas décadas recientes. En los últimos años, especialmente a partir de 2021, la energía nuclear experimentó un incremento significativo, aumentando en 5,4 TWh. Sin embargo, en 2022, hubo una ligera disminución en la generación nuclear, subrayando la importancia de mantener la infraestructura y continua expansión en este sector. Otros años mostraron incrementos menores o estancamientos en energías renovables, como el aumento de 0,3 TWh en biocombustibles en 2020. Estos datos destacan una oportunidad para que Bielorrusia refuerce su compromiso con las energías bajas en carbono, particularmente a través de inversiones continuas en energía nuclear y la exploración de otras fuentes limpias.