En 2024, el consumo de electricidad en Bielorrusia muestra una fuerte dependencia de los combustibles fósiles, con estos suministrando más de la mitad de la electricidad del país, donde el gas representa casi la totalidad de esta categoría. En contraste, la electricidad baja en carbono constituye un poco más de un tercio del total, destacando la nuclear como la fuente principal de este grupo. Importaciones netas y biocombustibles también contribuyen marginalmente a la matriz eléctrica, aunque su participación es bastante limitada. Esta situación sugiere oportunidades para ampliar las fuentes de energía más limpias y disminuir la dependencia de combustibles fósiles, lo que podría ayudar a mitigar impactos negativos como el cambio climático y la contaminación del aire.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Bielorrusia podría considerar expandir su producción nuclear, dado que ya es una fuente significativa de su electricidad limpia. Países como Francia y Eslovaquia logran gran parte de su electricidad a través de la nuclear, lo que demuestra que esta puede ser una opción efectiva y viable. Además, la experiencia de países cercanos, como Lituania, que ha desarrollado su capacidad de energía eólica, puede proporcionar un modelo para diversificar en otras tecnologías de energía limpa. Aprender de estas experiencias podría beneficiar a Bielorrusia en su camino hacia una matriz eléctrica más sostenible y menos dependiente de combustibles fósiles.
La historia reciente de la electricidad baja en carbono en Bielorrusia ha estado marcada por el crecimiento de la nuclear en los últimos años. Desde 2021, ha habido un aumento significativo en la generación nuclear, con incrementos de 5.4 TWh ese año y 7.1 TWh en 2023. Este crecimiento ha sido un pilar para el avance hacia una matriz energética más limpiay segura. En otras áreas, las contribuciones de biocombustibles han sido constantes aunque recayendo levemente en 2022 junto a la energía solar que no mostró un crecimiento uniforme. En conjunto, estos esfuerzos destacan una tendencia positiva hacia la adopción de fuentes de energía más sostenibles frente a los desafíos globales de sostenibilidad y cambio climático.